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Este blog empieza hoy para compartir mi gran pasión por la cocina.

Muchas de las recetas que pongo las tengo de mi madre o de mi abuela, o me las pasan mis amigas.

Otras las he aprendido en mi escuela de hostelería, o las he ido encontrando en mis numerosas visitas a diferentes blogs, y una buena parte, se me han ido ocurriendo sobre la marcha cogiendo lo que pillaba por la despensa y en la nevera.

Este blog nace para recopilar todas estas recetas y compartirlas con mi gente, y con quien quiera pasarse por aquí, mostraros las cosillas que vaya haciendo y por supuesto recibir también los consejos de quien crea que puede aportar algo.

Hala, a cocinar!!!!!

jueves, 27 de enero de 2011

HOTEL "CORTIJO SALINAS": UNO DE NUESTROS RINCONES FAVORITOS

Este fin de semana pasado hemos estado en un sitio realmente precioso que os quería mostrar.
Este hotel lo descubrimos hace un par de años, y desde entonces, vamos con frecuencia.


Es un sitio espectacular que se llama CORTIJO SALINAS y está muy cerquita de Zahara de la Sierra.



Mirad que puestas de sol...




El entorno, no puede ser más bonito, justo en el límite del Parque Natural Sierra de Grazalema, muy cerquita de Ronda, Grazalema y Zahara de la Sierra.
Zahara es un pueblo encantador.
 
No hace falta que os diga lo bonita que es Ronda, ¿no?
A Jose y a mi cada vez nos gustan más este tipo de hoteles. Sitios con mucho encanto donde el trato es más cálido y personal que en los típicos hoteles grandes de cualquier cadena hotelera.

 Es un Hotel-Cortijo de 4 estrellas, decorado con un gusto exquisito.  
El Restaurante del hotel, tiene una carta muy variada (jejeje, como ahora estoy estudiando cocina, es en lo que más me fijo...), combinando platos típicos de la zona, con recetas de toda la vida como sus riquísimas croquetas, y con la cocina de autor y utilizando para ello muchos de los productos de su huerta (Los tomates, saben a tomate. que eso, hoy en día, ya es mucho decir...).
Los postres ya ni os cuento. Si váis , pedid el Baccará. Es de muerte lenta...

Este hotel ya forma parte de mi vida, por un acontecimiento muy importante que ocurrió allí hace año y medio. 

Mi por aquel entonces novio me llevó allí de sorpresa para el San Valentín de 2009  y me enamoré del sitio enseguida.

Ese mismo fin de semana se nos ocurrió que sería el sitio ideal para casarnos. Llevábamos meses hablando de boda, pero no concretábamos nada, no nos convencía ningún sitio, la mayoría había que reservarlos con mucha antelación, y no nos terminábamos de decidir.
Lo único que sabíamos es que queríamos una boda pequeñita, con la gente realmente especial para nosotros.

Pero cuando vinos este hotel, taaannnnn bonito, con capilla y todo, supimos que era el sitio ideal y el 4 de Julio de ese mismo 2009 nos casamos allí.

Desde luego lo de pequeñita lo conseguimos, fuimos solo treinta y pico personas. Nuestra gente de verdad.

La dueña del hotel, Isabel, es encantadora, se volcó con los preparativos como si fuéramos de la familia a pesar de no conocernos de nada. No se como explicaros, no fué simplemente un negocio para ella si no que se lo tomó como algo personal, e hizo que todo saliera perfecto, cosa por la que siempre le estaremos agradecidos.
Alquilamos el hotel (14 habitaciones) y os puedo asegurar que todos los invitados se quedaron maravillados. Todavía recuerdo la frase de mi amiga Sara, que dijo que le parecía una boda de cuento de hadas.(Dios, se me pone la piel de gallina al recordarlo!!!)

Para nosotros desde luego lo fué.
Todas las habitaciones son distintas, decoradas de un modo muy personal y acogedor.














Lo que nos encanta es que al no ser el típico salón de bodas, si no un precioso hotel, podemos volver siempre que queramos. Y siempre nos alojan en la habitación de nuestra noche de bodas.





Tienen tambien placita de toros, donde en  ocasiones se celebran  espectáculos ecuestres o de flamenco.








Os lo recomiendo para un finde romántico (si sorprendéis a vuestra pareja llevándola a un sitio así, la dejaréis a cuadros. Jeje, yo me quedé maravillada !!!).
También es un sitio ideal para ir con los críos, porque cerca, además de sitios bonitos para ver,  hay un montón de actividades para hacer como montar a caballo, senderismo...,






y si lo que buscáis es descansar,  en el hotel mismo tienen piscina en verano y un salón muy acogedor con una gran chimenea que no veáis lo que se agradece en invierno, y un montón de juegos de mesa para pasar una tarde entretenida de sábado si hace mal tiempo fuera y no apetece salir.
Y cuando esté listo el Spá que estan haciendo, ya va a ser la bomba!!!






Además de los pueblos que os comenté antes, tampoco está muy lejos Arcos de la Frontera, pueblo precioso que merece la pena ver.
Desde hace un tiempo, además de poder reservar directamente en el hotel, o en  webs tipo "Bookings" están también en las cajitas SMART BOX y por un precio muy razonable, podemos pasar allí una noche con cena gourmet y desayuno.

Os recomiendo este sitio de todo corazón.
Es maravilloso.

domingo, 23 de enero de 2011

TAQUITOS DE CERDO CON MIEL Y CEBOLLA

La frase "para mojar pan" se puede aplicar totalmente a esta salsa. No es que esté rica, es que está riquísima.
La he cogido prestada (bueno, ya directamente me la he quedado, que esta la pienso repetir muchísimo) del blog ESTOY COCINANDO, el blog de "Que chulo algo dulce"
Para quien no conozca este blog, deciros que os paséis por él porque tiene recetas muy ricas, muy fáciles y muy prácticas.
Me siento identificada por lo que dice en su cabecera, pues yo también llegué hace 3 años a un nuevo lugar, sin conocer a nadie, sin trabajo... Ella, para llenar su tiempo se puso a cocinar y creó su blog, y vaya si le ha sacado partido...
Es increible el juego que da el sobre de sopa de cebolla.
Nunca lo he utilizado como tal, para tomarme una sopita, pero si en algunos platos para dar sabor y siempre queda rico.
La combinación con la miel que nos propone esta receta es un 10 (Yo le he puesto una cucharada más que lo que decía la receta porque no me podía resistir).

Bueno, pues vamos a ello:

INGREDIENTES:
Carne de cerdo para guisar
1 sobre de sopa de cebolla
4 cucharadas soperas de miel
Aceite
Pan rallado

PREPARACIÓN:
En un cazo ponermos agua a hervir para hacer la sopa de cebolla según las instrucciones del sobre, y cuando la tengamos lista, apartamos.(No es necesario que esté cociendo los 10 minutos que indica el sobre porque en realidad luego va a seguir cociéndose).
Mientras, pasamos por pan rallado los trozos de carne, ya sazonados.
Calentamos aceite en una sartén y pasamos los trozos de carne para marcarlos.
Cuando ya tengan un bonito color, los sacamos y ponermos sobre un papel de cocina, para retirar el exceso de aceite.
A continuación, echamos los trozos en una cazuela, y le añadimos la miel. Les damos unas cuantas vueltas para que se impregnen bien del saborcito.
Ya por último, añadimos la sopita de cebolla, lo suficiente para cubrir la carne pero sin pasarnos, para que no nos quede demasiado líquido.
Dejamos la carne guisando hasta que esté tierna. El caldito se habrá reducido y el sabor estará muy concentrado.
Tendremos una salsa tan sabrosa que no vais a poder evitar mojar pan. Os lo puedo asegurar.

Por cierto, os quiero hablar de dos estupendos blogs, con dos sorteos en los que participo, y animaros también a los que no estéis apuntados, a participar.

Uno de ellos es "EL PUCHERETE DE MARI", un blog que cumple su primer año, y viendo las recetas tan ricas que tiene, le auguro muchos más. Para celebrar su cumpleaños, sortea un montón de cositas de cocina de esas que nos gustan.

El otro blog es "LA PASTELERIA EN CASA", donde tenéis unas maravillosas recetas pasteleras que os harán la boca agua. Para celebrar sus 400 seguidores, hace un sorteo de productos de mi tierra (Orense) estupendos.

sábado, 15 de enero de 2011

ENSALADA DE ESTRELLAS Y MARIPOSAS CON SALMÓN Y QUESO Y UN ENCUENTRO EN LOGROÑO

Ya llevamos unos días de normalidad y rutina tras las fiestas.
Ya han empezado de nuevo las clases (y por tanto los madrugones...uff, me he pasado toda la semana cayéndome de sueño)
Pero quisiera echar por un momento la vista atrás para contaros un encuentro que tuve estas navidades con una persona muy especial.
Ya os hablé en mi entrada Gratinado de morcilla dulce, de Sacer, una chica estupenda, con un blog fantástico que se llama UVAS & QUESO SABEN A BESO y os comenté que teníamos pensado quedar para conocernos, aprovechando que yo iba a Vitoria a pasar las fiestas.
La verdad es que este mundo de los blogs gastronómicos, me está aportando muchísimas cosas, y una de ellas es ir "conociendo", a base de comentarios "de ida y vuelta" a gente majísima.
Y pongo conociendo entre comillas, porque en la mayoría de los casos suelen quedarse en amistades "virtuales", pero ya puedo decir que a Sacer (o Susana, que ese es su nombre)  la conozco personalmente, y espero que este sea el comienzo de una estupenda amistad.
Ya teníamos química por internet, pero el día que nos conocimos parecía como si ya nos hubiéramos visto mil veces, no parábamos de hablar, y se nos pasó el tiempo volando.
Pasamos el día en Logroño, su ciudad, y nos hizo de estupenda cicerone, llevándonos de pinchos por la calle del Laurel, que es una calle muy típica de Logroño.
Para no repetirme con  lo que dice ella en su blog os invito a visitarlo a los que todavía no lo hayáis hecho, ya que detalla perfectamente nuestro encuentro.
No se conformó con dedicarnos el día, si no que también me regaló un libro precioso.
Es de su querida Tessa Quirós, una estupenda escritora de libros de cocina. Pero no es un libro de recetas, aunque también tiene un montón, si no más bien una especie de "cuaderno" para escribir lo que se me ocurra, inspirado en Venecia, con fotografías maravillosas.
Me ha hecho prometerle que lo llenaré de recetas, pero es que es tannnn bonitoooo que me parece un sacrilegio escribir en él, pero tranquila Susana, que lo haré!!!.
Realmente fué una visita para repetir (cosa que espero hagamos varias veces)sobre todo por la persona que conocí , pero también por lo hermosa que es la ciudad.
Nunca habíamos estado en Logroño y nos encantó (a pesar del frío que hacía, jejeje)



Además de pasear, ver algunas tiendas muy chulas de cositas para la cocina, y  tomar unos pinchos riquísimos (con razón es tan conocida la Calle del Laurel) , estuvimos tomando un café (acompañado por supuesto de un dulce, faltaría mas, jeje) en la Pastelería Viena, que nos dejó con la boca abierta, no solo por las especialidades tan exquisitas que tenían, si no por lo espectacular del sitio en si. Un local para no perderos si pensáis visitar Logroño.




En fin, que lo pasamos fenomenal y se nos pasó el día rapidísimo, así que desde aquí, muchísimas gracias, Susana, por un día tan fantástico.
Y ahora vamos con la receta de hoy.
Esta ensalada la preparé el otro día y estaba realmente rica.

Sigo intentando cuidarme, pero no tanto como para tomar una simple ensalada de lechuga para cenar.
¡¡ Lo siento, pero es que no soy capaz!! . Necesito, "algo más" para no morirme de hambre.
 
Así que le añadí algo de pasta, convirtiendo así un plato muy liviano en algo con un poquito más de "fundamento" como diría cierto cocinero.

Aunque podemos utilizar cualquier tipo de pasta, en el supermercado ya hay muchas variedades que casan fenomenal con una ensalada o a veces que incluso se hacen específicamente para ese fin: Lacitos, tulipanes, etc...

En este caso yo utilicé "Farfalle" que en italiano significa "mariposas" y que aquí en España le solemos llamar lacitos de colores.

Le ha añadido también unas estrellitas de las que se suelen utilizar para la sopa.

No os asustéis por que lleve un poco de "salsa de yogurt". Si no abusamos, no engorda mucho, y le da un sabor taaannnn ricooooo...

INGREDIENTES:

Lacitos de pasta
Estrellitas
Taquitos de queso
Queso fresco
Salmón ahumado cortado en taquitos
Eneldo y albahaca
Salsa de yogurt

PREPARACIÓN:

*Lo primero de todo, cocer la pasta en agua abundante, con un buen chorreón de aceite y un puñado de sal, el tiempo indicado en el envase.

Una vez cocida, la escurro con un colador grande, echándole agua del grifo para que se corte la cocción.

Yo no suelo echar agua fría a la pasta por un consejo que me dió mi amiga italiana Valentina, que dice que así no se le pierde el gluten que tiene y las salsas se adhieren más.

Pero en este caso, como la queremos enfriar para hacer la ensalada, es mejor echarle ese agua y así nos aseguramos de que se corta la cocción y no se nos pasa ni se nos pone pastosa.

La guardamos en un tuper y a la nevera.

*Por otra parte, preparamos unos taquitos de queso (Yo utilicé queso feta, pero utilizad cualquiera que os guste),

*Cogemos también un par de tarrinas pequeñas de queso fresco tipo burgos, lo cortamos en rodajitas de 1 cm de grosor y luego en cuartos.

*Además, un paquetito de salmón ahumado. Si es de los que vienen cortados en tiritas ya está, si es de los que vienen en lonchas, pues lo cortáis en cuadraditos o tiras pequeñas.

*Cuando ya esté fresquita la pasta, la sacamos de la nevera y la echamos en un bol.

*Le añadimos el salmón y los dos tipos de queso.

*Mezclamos bien la pasta con estos ingredientes.

*El aceitito que viene en el envase de salmón ahumado se lo echamos por encima pues tiene mucho saborcito al salmón.

*Añadimos un puñado de eneldo y otro de albahaca. Yo no los tenía frescos, así que utilicé mis botes de especias, pero si los tenéis frescos, mejor que mejor.

*Removemos de nuevo bien.

*Rectificamos de sal si hiciera falta.

*Por último, le echamos la salsa de yogurt en plan "adornando el plato".
Yo la salsa de yogurt que utilizo es la que venden en el Mercadona de marca "Hacendado".
Me parece que está riquísima y que no tiene nada que envidiarle a otras mascas conocidas, y la diferencia
de precio es enorme.

lunes, 10 de enero de 2011

BISCUIT HELADO DE TÉ VERDE MATCHA CON MINI-MADELEINES Y ESPUMA DE GALLETA.



Como aficionada al té que soy, hace ya tiempo que quería probar  esta variedad, el té matcha.

Es un  té verde en polvo muy fino, con un color muy intenso, que nos da una infusión de color jade, de sabor fuerte, muy diferente a cualquier otro tipo de té.

Es el que se utiliza para la ceremonia del té en Japón.

Esta ceremonia, es una costumbre que aún hoy perdura y que en japonés recibe el nombre de "Chanoyu".
A pesar de su sencillez, está rodeada de complicados rituales que requieren años de práctica y aprendizaje.

Pero como yo no soy japonesa, ni tengo tanto tiempo, para prepararlo me he limitado aseguir los consejos del blog de Café Té Arte, que es la tienda por internet donde lo pedí.

Quienes leéis mi blog, sabréis que hace un par de meses me mandaron para degustar un estupendo lote de productos de esta tienda.. Una de las cosas que recibí fueron los caramelos de violetas que me sirvieron para hacer la tarta mousse de violetas para el cumpleaños de mi madre, también un par te variedades de té y rooibos, unas galletas buenísimas...

En fin, que me gustaron  tanto estas muestras que recibí, y tenía tantas ganas de probar este té,   que no tardé en hacer un pedido, y en pocos días recibí mi esperado té matcha.
 
Como ya sabemos la mayoría, el té verde es una gran fuente de antioxidantes, que ayudan , entre otras cosas a prevenir el cáncer. Cualquier variedad de té verde, pierde al menos el 75% de sus propiedades al hacerse en infusión, y en cambio, el té verde matcha, al ser un té elaborado con la hoja entera molida, conserva todas sus propiedades intactas
Os tengo que decir que la primera infusión que me hice, la tuve que rebajar porque no me gustó demasiado. Tenía un sabor ,muuuuy fuerte y amargo, así que para quien no esté muy acostumbrado, deciros que, al principio,  debe usarse en pequeñas cantidades. Se toma sin azúcar pero yo le añadí un poco, la verdad. 
La infusión no me convenció demasiado, pero como resulta tan buena para la salud, quiero hacerla de vez en cuando hasta ir acostumbrándome.

Para mi la gran ventaja del té matcha, es que puede añadirse directamente a muchas elaboraciones de repostería y helados, así que además de probarlo en infusión, tenía muchas ganas de probarlo pasteles y cosas así, ya que he visto muchos blogs donde hablan de él, y la verdad, se ven unos bizcochos tan verdes, tan llamativos, que me moría por probarlos.

La receta que os voy a poner aquí son tres en una.

Se trata de un biscuit de té matcha, con mini-madeleines también del mismo té, y espuma de galletas.

Hasta hace poco no sabía la diferencia entre helado y biscuit. Básicamente he hecho biscuit porque para hacer helado se necesita una heladera, que esté removiendo constantemente la mezcla para evitar que cristalice, y yo, (de momento...) no tengo heladera.

El Biscuit helado es el resultado de mezclar huevos, azúcar, el sabor que queramos y, (a diferencia del helado), en lugar de leche le añadiremos nata.
Esta preparación tiene la peculiaridad de no cristalizar al enfriar porque lleva nata montada y las claras a punto de nieve.
 
Respecto a las mini-madeleines, este libro junto con los moldes, ha sido uno de los regalitos que he recibido estas navidades. Tiene unas recetas estupendas de minimadeleines dulces y saladas, y entre las dulces, precisamente unas con té verde matcha.



Por último, la espuma de galletas. Desde que la probé en un restaurante, tenía ganas de hacerla. Es muy pero que muy simple, como veréis más adelante. Creo que le va muy bien a este helado porque le aporta un toque de dulzura para contrarrestar el punto amargo del matcha.

Así que voy con la receta:

INGREDIENTES:
Para el helado de té verde matcha:
*1 brick pequeño de nata de montar (200 ml.)
*100 gr. de azúcar.
*3 huevos
*1 cucharadita  de té matcha ( en diferentes recetas que he visto, utilizaban mucha más cantidad, pero
                                            como me pareció que tenía un sabor tan intenso y amargo, he preferido utilizar 
                                            poquito. Si sois muy aficionados a este té, la proporción para esta cantidad
                                            de nata, azúcar y huevos, sería 2 cucharadas de matcha disueltas en 3
                                            cucharadas de agua caliente)
*1 cucharada de agua caliente
*Unas gotitas de esencia de vainilla.

Para las mini-madeleines de té verde matcha:
150 gr. de harina tamizada
125 gr. de mantequilla a punto de pomada (osea, blandita)
100 gr. de azúcar
50 gr. de azúcar moreno
2 huevos grandes
2 cucharadas soperas de leche
1 cucharadita de levadura

Para la espuma de galletas:
*1 brick pequeño de nata de montar (200 ml.)
*10 galletas maría

ELABORACIÓN:

Lo primero que preparé fué el biscuit helado:
Para ello, utilicé la batidora de varillas y un cazo que previamente había metido en el congelador para que estuviese muy frío.
Una vez montada la nata, la reservamos en la nevera.

Ahora vamos a infusionar el té marcha. Lo eché en un vasito pequeño, añadí dos cucharaditas de azúcar y una cucharada sopera de agua caliente. Lo removí con cuidado con la cuchara hasta que se me disolvió y quedó como unas pasta verde.

Lo siguiente, montar las claras. De los tres huevos, puse, en un bol 1 huevo entero + 2 yemas, y en otro las dos claras. Monté las claras con un par de cucharadas de azúcar.

El bol con las yemas junto con el otro huevo completo, lo puse dentro de otro con agua caliente, para montarlo al baño maría. Batí con la batidora de varillas hasta que se puso muy clarito y duplicó o triplicó su volumen. Tienen que quedar muy esponjosas, y cuanto más claritas mejor, para no modificar demasiado el color verde del té.

Ahora ya solo nos queda echar en este bol con las yemas montadas, la pasta de té matcha. Seguí batiendo con las varillas. Es una gozada ver como se va poniendo la mezcla con ese un color verde tan bonito.

Le añadí la nata montada poco a poco, mezclando con una espátula y por último las claras montadas.
Con mucho cuidado y movimientos envolventes para que no se nos baje.

Si os parece que el verde que queda nos es demasiado intenso podéis añadirle un pequeño toque de colorante alimentario. Yo lo he hecho sin él y creo que ha quedado un color muy bonito. De hecho, me parecía que no estaba demasiado verde, pero en el congelador, el verde se intensificó.

Lo ponemos en un molde alargado y no muy alto, a la nevera a congelar, al menos 4 o 5 horas.

El resultado es un helado con una textura muy cremosa, que se deshace en la boca.

Preparación de las mini-madeleines:

Batimos los huevos con el azúcar hasta que doblen su volúmen.
Añadimos poco a poco la harina mezclada con la levadura, tamizadas, luego la mantequilla reblandecida y por último la leche.
Añadimos dos o tres gotas de aroma de vainilla, y una cucharadita de té matcha.
Dejamos reposar esta masa un ratito en la nevera, y mientras vamos calentando el horno, a unos 200º.
Echamos la mezcla en el molde de las mini-madeleines (Como el mío es de silicona, no hace falta engrasarlo) y lo metemos al horno un par de minutos, bajamos a 180º y las dejamos 3 o 4 minutitos más. 
Cuando ya veamos que están las sacamos y cuando estén frías las desmoldamos.
Están de muerte, no puedes dejar de comerlas.


Preparación de la espuma de galletas:

Lo más simple dentro de lo simple. Yo, como tengo sifón de cocina, la preparé en el sifón, pero si no se puede hacer también con una batidora de varillas.
Molemos las 10 galletas maría hasta que se queden en polvo.
Echamos ese polvo a un bol con la nata y mezclamos bien.
Preparación con sifón: Colar la mezcla, echarla en el sifón, cargarlo con 1 carga, agitar y listo.
Preparación con varillas: Montar la nata y luego echarla en una manga. No queda tan "aireada" pero resulta igual de rica.
No necesita azúcar porque ya las galletas le dan el punto dulce justo.
Riquísima y muyyyy suave.

MONTAJE DEL POSTRE:
Hice las bolas de helado y las coloqué en una tulipa de barquillo (las venden en muchos supermercados)
Luego le dí un par de toques de espuma de galletas y "pinché" sobre ella las mini-madeleines.


sábado, 8 de enero de 2011

CALABACINES RELLENOS AL AROMA DE ROMERO

Después de los excesos navideños, no nos viene mal empezar a comer cosas un poco más ligeras.
No se trata de ponernos a dieta (que yo cuando no como,  me pongo de mal humor y muy triste, y tampoco es plan) , pero si de cuidarnos, y de que poco a poco el cuerpo "vuelva a su ser".
Eso no es sinónimo de comer cosas aburridas y sosas, para nada.
Echándole un poquito de imaginación, nos pueden salir platos que, además de sanos, sean apetecibles y deliciosos.



Estos calabacines están rellenos de puré de patatas, atún en aceite de oliva, un par de cucharadas de salsa de tomate y el propio calabacín una vez vaciado.

Las brochetas son de bolitas de calabacín y tacos de atún, espolvoreadas con romero, albahaca y queso viejo.





INGREDIENTES:

*4 Calabacines de los claritos (Aquí en Rota le llaman "tapines")
*1 tarrito pequeño de atún en aceite (yo utilicé uno de los que todavía me quedaban del concurso que gané  de "Conservas Costera" ). Lo importante es que sea de calidad.
*1 cebolla
*Salsa de tomate (casera o simplemente un tomate frito comprado que sea bueno, si no os queréis complicar)
*Aceite y sal
*3 o 4 patatas medianas, un poquito de leche y algo de mantequilla, para hacer el puré de patata.
*Romero
*Albahaca
*Queso viejo para rallar.

ELABORACIÓN:

Lo primero que hice fué pelar las patatas, trocearlas menuditas (para que tarden menos en hacerse) y ponerlas en agua a cocer.

Después, corté los calabacines.
Normalmente los suelo rellenar cortándolos longitudinalmente, pero esta vez, preferí cortarlos así, como vasitos (lo vi en algún sitio y me pareció que quedaba muy coqueto).

Luego los vacié con cuidado de no romper la piel.
Yo utilicé un sacabolas. Es un utensilio que a mi me resulta muy práctico, y que no cuesta mucho, pero si no tenéis, una simple cucharilla bastará.

En este caso, llegué hasta el fondo ya que la primera parte del relleno es puré de patata y hace de base. Si fuéramos a rellenar los calabacines con otra cosa, mejor no vaciar hasta el fondo y dejar una pequeña base para que el relleno no se salga.
Esos tubos los metí al horno precalentado a unos 150-180º unos diez o quince minutos, mientras hago el relleno.
De lo que he vaciado, dejo algunas bolas para las brochetas y el resto lo pico en trocitos pequeños.
Pico la cebolla en brunoise, y la pongo a pochar en una sartén con un poquito de aceite a fuego medio.
Nos interesa que se vaya quedando blandita pero que no coja color.
Luego le añado los trocitos de calabacín, y una vez que estén medio hechos, el atún en migas.
Le añado la sal y un poco de romero. Va soltando un olorcito la mar de bueno, ummmm.
Luego le añado tres o cuatro cucharadas de salsa de tomate. Tiene que quedar jugoso pero no demasiado líquido así que no conviene pasarse con el tomate.
Apartamos esta salsa y hacemos el puré de patata.

Simplemente escurrí el agua, aplasté las patatas cocidas con un tenedor (o bien las podéis pasar por el pasa puré) , le añadí un poquito de mantequilla y un chorreón de leche para darle sabor y rectifiqué de sal.


Ya tenemos todo, así que sacamos los tubos de calabácín del horno, y ayudándonos de una cucharilla, ponemos un poco de puré de patata.
A continuación, añadimos el relleno de atún, calabacín  y tomate.
Coronamos con un rosetón de puré hecho con la manga pastelera.
Espolvoreamos con pan rallado, y un poquito de queso rallado.
Yo utilicé un queso viejo que nos regaló el otro día mi tío que está recubierto de romero. Nunca lo había probado y me ha encantado, es un vicio que a partir de ahora no faltará en mi cocina.
Metemos los calabacines rellenos en el horno a gratinar. En un hueco de la bandeja,  ponemos las bolitas que hemos hecho con el calabacín, espolvoreadas de romero, un poco de albahaca y queso rallado.
Una vez gratinados, sacamos, enganchamos las bolitas en un palo de brocheta alternando bolita con taco de atún y servimos.


Además de ser un plato muy sano y ligero, os aseguro que está muy rico.