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Este blog empieza hoy para compartir mi gran pasión por la cocina.

Muchas de las recetas que pongo las tengo de mi madre o de mi abuela, o me las pasan mis amigas.

Otras las he aprendido en mi escuela de hostelería, o las he ido encontrando en mis numerosas visitas a diferentes blogs, y una buena parte, se me han ido ocurriendo sobre la marcha cogiendo lo que pillaba por la despensa y en la nevera.

Este blog nace para recopilar todas estas recetas y compartirlas con mi gente, y con quien quiera pasarse por aquí, mostraros las cosillas que vaya haciendo y por supuesto recibir también los consejos de quien crea que puede aportar algo.

Hala, a cocinar!!!!!

sábado, 22 de noviembre de 2014

Tarta de queso con remolinos de dulce de leche


El día 13 fue el cumpleaños de mi madre y lo celebramos en familia.
 
Para la ocasión, decidí prepararle una tarta que tiene cierta historia.
Resulta que mi cuñado estaba buscando la "textura perfecta de la tarta de queso", y lo más parecido que había encontrado es la "Tarta de queso con dulce de leche" del Starbucks.
Total, que hace un tiempo, me puse a buscar entre diferentes recetas que encontré por internet (hay muchas que intentan sacar esta tarta del Starbucks) , y quitando de una, poniendo de otra, y añadiendo de mi cosecha, llegué a esta tarta.
Su veredicto fue que lo había conseguido, así que genial! Yo la verdad es que no he probado la tarta del Starbucks, pero esta, tal cual, me gusta mucho.
 
Es una tarta que lleva queso Philadelphia (mucho queso Philadelphia) y tiene una textura muy firme y muy rica. No es que quiera hacerle publicidad a la marca, pero la verdad es que, en esta tarta, se nota mucho de uno a otro.
 
Lo ideal es prepararla de un día para otro, para que cuaje bien.
 
Es bastante dulce, aunque sin empalagar.
 

 
INGREDIENTES:
 
Para la base de galletas (Molde de 20-24 cm):
 
*Un tubo de galletas tipo digestive (Para mi, resulta muchísimo más rica que hecha con galletas maría)
*80 gr. de Mantequilla a punto de pomada (Temperatura ambiente).
 
Para la crema de queso:
700 gr. de queso Philadelphia
150 gr. de Yogurt griego
200 gr. de azúcar
3 huevos
El zumo de medio limón
50 gr. de harina
Un chorrito de esencia de vainilla
5 cucharadas de dulce de leche
 
 
ELABORACIÓN:
 
Lo primero de todo, es poner el horno a 200º para que se vaya calentando.
 
Me pongo con la base de la tarta.
Para ello, trituro las galletas digestive colocandolas en grupos de 3 o 4 dentro de un paño, y machacándolas con el rodillo .
He probado a hacerlo con la picadora, y también con la Thermomix, pero me gusta mucho más con el rodillo, porque no quedan tan pulverizadas ni tan "iguales".
 
Una vez tengo trituradas las galletas, las mezclo con la mantequilla a temperatura ambiente, y formo una pasta homogénea con la que cubro el fondo del molde.
 
Para este tipo de tartas utilizo moldes desmontables, para que luego nos sea fácil sacar la tarta entera. Al mío en concreto se le separa la base, que la puedo deslizar hacia arriba y sacarla.
 
Pues eso, extiendo esta pasta de galletas sobre la base, presionando bien con una cuchara, intentando que nos quede un grosor uniforme (en torno a un centímetro más o menos).
La meto en el congelador mientras hago la crema de queso,  para que se ponga bien compacta.
 
           *NOTA: En este caso, al ser una tarta horneada, esta base luego se horneará. Si fuera solo un
                    postre de los que cuajan en la nevera sin ir al horno, me gusta hornear la base de
                    galletas unos minutos, no solo por su sabor, mucho más rico, si no porque nos queda
                    más compacta y no se desmiga al cortarla.
 

Ahora vamos con la crema de queso.
Para ello, bato bien el queso crema a una velocidad baja (Yo lo he hecho en la KitchenAid, pero se puede hacer perfectamente en un bol y con una batidora de varillas), y le voy añadiendo el yogurt (sigo batiendo), el azúcar (sigo batiendo), el chorrito de esencia de vainilla, el zumo del medio limón (sigo batiendo) y la harina tamizada.
Ya por último, voy añadiendo los huevos de uno en uno, sin dejar de batir, pero a una velocidad lenta, pues no queremos meterle mucho aire.

Ya tenemos la crema.

Ahora, vamos a coger un poco de esa crema (Como un cacillo o un poco más) y la vamos a apartar a un cuenco.
Le añadimos las cinco cucharadas de dulce de leche y mezclamos bien. (Yo echo cinco, pero obviamente va a gusto si lo queréis más o menos dulce)
El resto de la crema lo echamos en el molde que hemos sacado del congelador, y por encima, vertemos cucharadas de la mezcla con dulce de leche, haciendo los remolinos con un palito de brocheta (o la punta de un cuchillito o un tenedor). Echo un poco de mezcla, paso el palito dibujando unos trazos, echo otro poco de mezcla, vuelvo a pasar el palito. Así hasta que hagamos un dibujo que nos guste.
Tampoco remováis demasiado para que se siga viendo la base de abajo, pues lo bonito es el efecto contraste.
Meto la tarta en el horno (lo teníamos a 200º)  durante unos 15 minutos, y luego bajo la temperatura justo a la mitad,  y lo dejo a 100º,  40 o 45 minutos más.
Pasado ese tiempo apago el horno y la dejo dentro para que se vaya enfriando.
No tiene que quedar compacta, como cuando se hace un bizcocho. Así que si veis que se menea un poco al mover el molde, es que está en su punto.
Cuando ya veamos que está a temperatura ambiente, la metemos en la nevera, y ahí se nos terminará de cuajar.  

 
Los adornos se los he hecho con caramelo.
Es muy sencillo: Hacemos un caramelo rubio fundiendo azúcar en una sartén antiadherente.
No remováis hasta que el azúcar se funda.
Cuando esté a una temperatura que ya se puede coger (fundido pero no excesivamente líquido),  cogemos una espátula o una cuchara y vamos haciendo hilos sobre el papel. Sin preocuparnos de seguir ningún orden, a lo loco.
Esperamos unos minutos a que el caramelo se seque, y lo vamos separando del papel con cuidado, haciendo trozos irregulares que vamos pegando en los laterales de la tarta.
Para las semiesferas, se puede hacer con un cacillo de cocina pequeño, o una cuchara de helado.
La enfrío en el congelador y al ir a utilizarla, la unto con un poquito de aceite para que el caramelo no se peque. Hago esos hilos pero sobre la cuchara, intentando hacer como una "red" irregular. Dejo pasar unos minutos y cuando esté seco el caramelo, la retiro con un movimiento seco, un toque, para que salga sin partirse.  La primera quizá no os salga, pues requiere algo de práctica, pero tampoco resulta muy difícil, y tampoco es necesario que quede perfecta.

Y aquí una foto de la cumpleañera,  con mi hermana y conmigo.
 
¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, MAMÁ!!!