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Este blog empieza hoy para compartir mi gran pasión por la cocina.

Muchas de las recetas que pongo las tengo de mi madre o de mi abuela, o me las pasan mis amigas.

Otras las he aprendido en mi escuela de hostelería, o las he ido encontrando en mis numerosas visitas a diferentes blogs, y una buena parte, se me han ido ocurriendo sobre la marcha cogiendo lo que pillaba por la despensa y en la nevera.

Este blog nace para recopilar todas estas recetas y compartirlas con mi gente, y con quien quiera pasarse por aquí, mostraros las cosillas que vaya haciendo y por supuesto recibir también los consejos de quien crea que puede aportar algo.

Hala, a cocinar!!!!!

sábado, 21 de febrero de 2015

Batata asada de mi abuela Rosario

 
 
Hoy vengo con una receta muy cortita, pero deliciosa..
 
El día a amanecido feo, hace frío, y precisamente por eso, me he acordado de este postre.
 
Más sencillo imposible, y en mi casa es algo que gusta muchísimo, sobre todo estos días fríos de invierno,  además de por lo rica que está, porque nos recuerda mucho a mi abuela Rosario, una viejita que se fue hace ya años, pero que me dejó su cariño y su amor para siempre, y que fue la primera que me la preparó.
 
Ella, también la preparaba al vapor, y quedaba igual de rica, pero hoy os voy a explicar como la hacía asada.
 
La batata es un ingrediente que me encanta, ya sea así tal cual, asada, como en muchas otras elaboraciones: bizcochos,  chips de batata frita...
 
Todos los recuerdos que conservo de mi abuela son buenos.
Era una mujer maravillosa, dulce, muy cariñosa y buena, que vivió casi un siglo, con todo lo que eso conlleva. La de épocas buenas y malas de nuestra historia que tuvo que vivir...
A mi me encantaba preguntarle por los años 20 (la época de su juventud), por como vivió la guerra civil y la posguerra, por la España de los años 50...
Era una persona que con ochenta y tantos años, era capaz de comerse una hamburguesa con manteca (le llamaba así a la mayonesa) si era yo quien se la hacía.
 
Era una gran cocinera, y la mayoría de las recetas de familia que he puesto ( y pondré) en el blog, las aprendí de mi madre, que a su vez las aprendió de ella.
 
Mi abuela asaba la batata en una vieja cocina de leña que tenía y no las he comido nunca tan ricas.
 
Pero en fin, como yo no tengo cocina de leña, si no mi horno eléctrico, tendré que conformarme, y os aseguro que sale también muy rica.
 
INGREDIENTES:
 
Batatas de tamaño medio
 
ELABORACIÓN:
 
Ponemos el horno a 170º  aprox. para que se vaya calentando.
 
Lo primero es lavarlas muy bien bajo el grifo, ya que las vamos a hacer con su piel.
 
Después de eso, las envuelvo en papel de aluminio y las coloco en la rejilla del horno, a media altura.
 
El tiempo de horno dependerá del tamaño de las batatas, pero pueden tardar desde 45 minutos hasta casi hora y media.
 
Si las ponéis algo más grandes, os recomiendo que bajéis la temperatura a 150º para que se hagan más despacio y queden bien cocidas y  dulces  por dentro sin resecarse.
 
Es mejor no tener prisa, cuanto más tarden en hacerse, más dulces estarán, así que no subáis la temperatura para terminar antes 
 
Para saber si está lista, la pinchamos con un palillo, y si entra fácilmente, ya está.
 
Yo en este punto, les quito el papel de aluminio (con mucho cuidado!!) y las dejo en el horno 5 minutos más, subiendo la temperatura hasta 200 para que tomen un poco de color. Solo 5 minutos.
 
Se pueden estar haciendo mientras comemos y pelarlas justo para el postre.
 
Yo las pelo, las corto en rodajas gruesas y les espolvoreo un poquito de azúcar, que con el propio calor de la batata se derrite y todavía le da un sabor más rico. Así lo hacía mi abuela, y así lo hago yo.
 
Pues ya está.  Si hacéis bastante y os queda, próximamente podré en el blog un bizcocho de batata que sale riquísimo para que la podáis aprovechar.
 
Seguro que muchos de vosotros conocíais esta receta, y a los que no la hayáis probado nunca, deciros que la probéis, ya veréis como os encanta.
 


sábado, 14 de febrero de 2015

Tarta de fresas para San Valentín

 
El otro día, una conocida que tiene una pastelería espectacular de la que os hablaré próximamente, me enseñó unas fotos de unas tartitas que estaban preparando para San Valentín en forma de corazón super coquetas.
 
Al día siguiente,  vi también en la panadería cerca de casa que preparaban para esa misma celebración, otras tartitas en forma de corazón muy chulas.
 
Y como soy como soy, jeje,  me antojé, y con lo que me gusta a mi el horno, vi que era la excusa perfecta para hacer una tarta y comerla sin remordimientos (San Valentín solo es una vez al año, jejeje)
Me pareció que no sería difícil, aunque no tenga un molde para tarta con esa forma (Tengo uno muy chulo que gané en un concurso, pero es bajito y para esto no me iba bien).
 
Por dentro no se lo que llevaban ambas tartas, en mi caso le he puesto nata montada, y una confitura de fresas que tenía por casa, con trocitos de fresas naturales.
 
INGREDIENTES:
 
Una plancha de bizcocho
Medio litro de nata de montar
Fresas naturales
Gelatina roja para cubrir tartas (Yo la compro en el lidl)
Azúcar (dos cucharadas para la nata y otras dos para el brillo rojo que cubre las fresas
 
ELABORACIÓN:
 
 
Mientras se enfriaba, dibujé un corazón en papel, del tamaño que quería que fuera la tarta (No muy grande) y lo recorté.
 
También mientras se enfriaba el bizcocho, monté medio libro de nata de montar, con dos cucharadas de azúcar (no me gusta excesivamente dulce)
 
Cuando la plancha de bizcocho ya estaba fría, corté tres corazones ayudándome del patrón.
 
Puse el primero de base, la calé con almíbar de vainilla y le puse una cuantas cucharadas de la confitura de fresa.
 
 
 
Sobre eso, esparcí unos cuantos trocitos de fresas.
 
A continuación, coloqué la siguiente capa de bizcocho, la calé con el almíbar y con la manga pastelera que previamente había llenado con la nata montada (boquilla redonda) la cubrí totalmente con una gruesa (quizá me ha quedado demasiado gruesa, pero es que me encanta la nata, jeje) capa de nata.
 
La cubro con una nueva capa de bizcocho y ya está.
 
Ahora toca colocar las fresas de arriba y el brillo rojo.
 
Yo los paquetitos de brillo los compro siempre en el Lidl. Tengo transparentes y rojos, y vienen muy bien para este tipo de acabados.
 
Un sobre sirve para 250 ml de agua
En un cazo, echo el contenido del sobre y le añado dos cucharadas de azúcar.
Lo remuevo, y le voy añadiendo poco a poco los 250 ml de agua fría, sin dejar de remover.
Cuando ya está totalmente disuelto, pongo el cazo al fuego y lo llevo a ebullición, removiendo constantemente.
Una vez que rompe a hervir, lo retiro del fuego y sigo removiendo, hasta que vea que va cuajando un poco.
Cuando se enfríe un poco (pero no del todo), ya puedo usarlo,
Es importante usarlo antes de que se enfríe pues si no no se puede extender, pero tampoco demasiado caliente porque estaría demasiado líquido.
Yo lo que he hecho ha sido colocar una capa fina a cucharadas sobre el bizcocho.
Rápidamente, le voy pegando las fresas que he partido previamente a lo largo, y por último, cubro con el brillo para que quede un acabado vistoso ( y rico).
No le he echado excesiva cantidad porque no quería que se me rebosara ni que me quedara una capa muy gorda. Lo justo para cubrir las fresas y que queden brillantes y jugosas.
 
Meto la tarta un ratito en la nevera para que cuaje el brillo.
 
 
Y ya solo nos queda rematarlo todo con la nata. Cambio la boquilla lisa por una rizada y voy haciendo ondas de abajo a arriba y de arriba a abajo, cubriendo todo el lateral.
 
Para rematar la decoración, le espolvoreo unas bolitas rojas sobre la nata.
Para que se me peguen mejor a los laterales, lo que hago es ponerme un poco sobre la mano, acercarme a la pared lateral y soplar.
 
 
Y listo, ya tenemos nuestra tarta de corazón, sin necesidad de tener molde.
Lo dicho, no me atribuyo el mérito del diseño exterior, porque aparte de no ser demasiado original, realmente es casi igual que la que vi en la panadería de mi barrio (a excepción de las bolitas rojas, que se me ocurrió echarlas sobre la marcha).


sábado, 22 de noviembre de 2014

Tarta de queso con remolinos de dulce de leche


El día 13 fue el cumpleaños de mi madre y lo celebramos en familia.
 
Para la ocasión, decidí prepararle una tarta que tiene cierta historia.
Resulta que mi cuñado estaba buscando la "textura perfecta de la tarta de queso", y lo más parecido que había encontrado es la "Tarta de queso con dulce de leche" del Starbucks.
Total, que hace un tiempo, me puse a buscar entre diferentes recetas que encontré por internet (hay muchas que intentan sacar esta tarta del Starbucks) , y quitando de una, poniendo de otra, y añadiendo de mi cosecha, llegué a esta tarta.
Su veredicto fue que lo había conseguido, así que genial! Yo la verdad es que no he probado la tarta del Starbucks, pero esta, tal cual, me gusta mucho.
 
Es una tarta que lleva queso Philadelphia (mucho queso Philadelphia) y tiene una textura muy firme y muy rica. No es que quiera hacerle publicidad a la marca, pero la verdad es que, en esta tarta, se nota mucho de uno a otro.
 
Lo ideal es prepararla de un día para otro, para que cuaje bien.
 
Es bastante dulce, aunque sin empalagar.
 

 
INGREDIENTES:
 
Para la base de galletas (Molde de 20-24 cm):
 
*Un tubo de galletas tipo digestive (Para mi, resulta muchísimo más rica que hecha con galletas maría)
*80 gr. de Mantequilla a punto de pomada (Temperatura ambiente).
 
Para la crema de queso:
700 gr. de queso Philadelphia
150 gr. de Yogurt griego
200 gr. de azúcar
3 huevos
El zumo de medio limón
50 gr. de harina
Un chorrito de esencia de vainilla
5 cucharadas de dulce de leche
 
 
ELABORACIÓN:
 
Lo primero de todo, es poner el horno a 200º para que se vaya calentando.
 
Me pongo con la base de la tarta.
Para ello, trituro las galletas digestive colocandolas en grupos de 3 o 4 dentro de un paño, y machacándolas con el rodillo .
He probado a hacerlo con la picadora, y también con la Thermomix, pero me gusta mucho más con el rodillo, porque no quedan tan pulverizadas ni tan "iguales".
 
Una vez tengo trituradas las galletas, las mezclo con la mantequilla a temperatura ambiente, y formo una pasta homogénea con la que cubro el fondo del molde.
 
Para este tipo de tartas utilizo moldes desmontables, para que luego nos sea fácil sacar la tarta entera. Al mío en concreto se le separa la base, que la puedo deslizar hacia arriba y sacarla.
 
Pues eso, extiendo esta pasta de galletas sobre la base, presionando bien con una cuchara, intentando que nos quede un grosor uniforme (en torno a un centímetro más o menos).
La meto en el congelador mientras hago la crema de queso,  para que se ponga bien compacta.
 
           *NOTA: En este caso, al ser una tarta horneada, esta base luego se horneará. Si fuera solo un
                    postre de los que cuajan en la nevera sin ir al horno, me gusta hornear la base de
                    galletas unos minutos, no solo por su sabor, mucho más rico, si no porque nos queda
                    más compacta y no se desmiga al cortarla.
 

Ahora vamos con la crema de queso.
Para ello, bato bien el queso crema a una velocidad baja (Yo lo he hecho en la KitchenAid, pero se puede hacer perfectamente en un bol y con una batidora de varillas), y le voy añadiendo el yogurt (sigo batiendo), el azúcar (sigo batiendo), el chorrito de esencia de vainilla, el zumo del medio limón (sigo batiendo) y la harina tamizada.
Ya por último, voy añadiendo los huevos de uno en uno, sin dejar de batir, pero a una velocidad lenta, pues no queremos meterle mucho aire.

Ya tenemos la crema.

Ahora, vamos a coger un poco de esa crema (Como un cacillo o un poco más) y la vamos a apartar a un cuenco.
Le añadimos las cinco cucharadas de dulce de leche y mezclamos bien. (Yo echo cinco, pero obviamente va a gusto si lo queréis más o menos dulce)
El resto de la crema lo echamos en el molde que hemos sacado del congelador, y por encima, vertemos cucharadas de la mezcla con dulce de leche, haciendo los remolinos con un palito de brocheta (o la punta de un cuchillito o un tenedor). Echo un poco de mezcla, paso el palito dibujando unos trazos, echo otro poco de mezcla, vuelvo a pasar el palito. Así hasta que hagamos un dibujo que nos guste.
Tampoco remováis demasiado para que se siga viendo la base de abajo, pues lo bonito es el efecto contraste.
Meto la tarta en el horno (lo teníamos a 200º)  durante unos 15 minutos, y luego bajo la temperatura justo a la mitad,  y lo dejo a 100º,  40 o 45 minutos más.
Pasado ese tiempo apago el horno y la dejo dentro para que se vaya enfriando.
No tiene que quedar compacta, como cuando se hace un bizcocho. Así que si veis que se menea un poco al mover el molde, es que está en su punto.
Cuando ya veamos que está a temperatura ambiente, la metemos en la nevera, y ahí se nos terminará de cuajar.  

 
Los adornos se los he hecho con caramelo.
Es muy sencillo: Hacemos un caramelo rubio fundiendo azúcar en una sartén antiadherente.
No remováis hasta que el azúcar se funda.
Cuando esté a una temperatura que ya se puede coger (fundido pero no excesivamente líquido),  cogemos una espátula o una cuchara y vamos haciendo hilos sobre el papel. Sin preocuparnos de seguir ningún orden, a lo loco.
Esperamos unos minutos a que el caramelo se seque, y lo vamos separando del papel con cuidado, haciendo trozos irregulares que vamos pegando en los laterales de la tarta.
Para las semiesferas, se puede hacer con un cacillo de cocina pequeño, o una cuchara de helado.
La enfrío en el congelador y al ir a utilizarla, la unto con un poquito de aceite para que el caramelo no se peque. Hago esos hilos pero sobre la cuchara, intentando hacer como una "red" irregular. Dejo pasar unos minutos y cuando esté seco el caramelo, la retiro con un movimiento seco, un toque, para que salga sin partirse.  La primera quizá no os salga, pues requiere algo de práctica, pero tampoco resulta muy difícil, y tampoco es necesario que quede perfecta.

Y aquí una foto de la cumpleañera,  con mi hermana y conmigo.
 
¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, MAMÁ!!!

domingo, 8 de junio de 2014

2º Cumpleaños de mis peques - 2ª PARTE

Por fin puedo sentarme un rato y poner la entrada de la fiesta familiar del 2º cumpleaños de mis peques.

La entrada anterior fue de la tarta que preparé para la ludoteca, pero el finde, tocaba fiesta en casa de la abuela, con los titos, primos y amiguitos.

Al igual que para la tarta de la ludoteca, la temática fue mis queridos ratones Disney Mickey y Minnie Mouse.
No se si les gusta más a ellos (que les encantan) o a mi.
¡¡¡ Me chiflan !!!
Siempre he querido preparar una fiesta de Mickey y Minnie.
Y creo que este era el año.
Quizá el año que viene alguno de ellos ya renegará de estos personajes, pero este año aún no me protestan así que me pareció la ocasión perfecta.

Me tiré un montón de días preparando la decoración: los manteles (bueno, el mérito de los manteles es de mi madre, que fue la que los hizo), los pompones de papel de seda, etiquetas para la mesa dulce ( no las veis porque olvidé ponerlas, pero las hice. Eran monísimas, jeje. )

Y este fue el resultado:







Preparé galletas de Mickey y Minnie

Piruletas de Oreo con la forma de la cabecita de Mickey

Cupcakes

Cake pops

Además, personalicé el agua, los zumos, chocolatinas, piruletas de caramelo, moneditas de chocolate...






La verdad que esos días acabé algo saturada de tanto ratoncillo, pero ahora veo las fotos y me encanta.

La tarta era de bizcocho genovés de vainilla, calada con almíbar de vainilla y rellena, por un lado de ganaché de chocolate , y por el otro de buttercream de oreo.

Todo lo que diga acerca de esta buttercream se queda corto: está riquísima, deliciosa, exquisita, para chuparse los dedos!!!

También utilicé la buttercream de oreo para cubrirla entera y así que haga de "pegamento" para poder colocar el fondant.

Me encantó ver sus caritas cuando vieron la tarta. Sara no paraba de decir "Minni, Piti (llama así a Mickey) y Juan fue un espectáculo soplando las velitas. Se lo tomó muy a pecho, jejeje.

Como las demás recetas las tenéis puestas simplemente pinchando en los enlaces correspondientes, os pongo la receta de la  BUTTERCREAM DE OREO.

INGREDIENTES:

*400gr. de mantequilla a punto de pomada (es decir, a temperatura ambiente) No vale calentarla al microondas porque se derrite y no es lo mismo.) Me gusta mucho utilizar una mantequilla que venden en Carrefour que se llama "Bocage" porque tiene menos grasa y no queda un sabor tan fuerte a mantequilla.

*400gr. de azúcar glass extrafino  (yo utilizo la de la marca Kelmi porque no es demasiado cara. He probado a hacerla con la Thermomix y no queda tan extrafina).

*Un paquete de galletas oreo (Vienen a ser unos 160 gr. aprox.)

ELABORACIÓN:

Yo la hago en la Kitchen aid, pero obviamente, se puede hacer perfectamente con una batidora de varillas normal, y por supuesto, con la Thermomix.

Pongo en el bol de la batidora la mantequilla con el azúcar tamizada.
En caso de hacerla con la Kitchen Aid, importante acordarse de poner la protección de plástico para no manchar toda la cocina con el polvo del azúcar. A mi se me olvidó una vez y seguro que no se me olvida más.

En fin, que batimos unos cuatro o cinco minutos a velocidad máxima. Es aproximado, según vayáis viendo que la mezcla blanquea y aumenta de volumen.

Una vez que veamos que tiene la consistencia deseada, añadimos la esencia que queramos (un poco de vainilla en mi caso y batimos unos segundos más para que se mezcle bien.

Llegados a este punto, tenemos un perfecto BUTTERCREAM DE VAINILLA, que tal cual está riquísimo.

Para convertirlo en Buttercream de Oreo, trituro las galletas Oreo (Con la parte blanca y todo) en una picadora, en la Thermomix, o en batidora con accesorio picador, o incluso si no tenéis nada de eso en un molinillo de café. La cuestión es que quede textura polvo, para que no nos encontremos tropezones.

Una vez la tenemos pulverizada, la añadimos a la mezcla anterior, y batimos un poco más hasta que se integre bien. Ahí ya veis vosotros si os gusta con sabor más o menos intenso a Oreo, y en función de eso le podéis añadir algunas galletas más o dejarla tal cual.

Está riquísima!!!

Pues nada, con la Buttercream de Oreo hecha, solo queda montar la tarta,  cubrirla bien intentando que los bordes nos queden lo más rectos posibles, y una vez que coja cierta firmeza, cubrirla con el fondant.

A mi me gusta cubrirla en el último momento, porque, por mucho que he leído que si el buttercream o el ganaché de chocolate son seguros fuera de la nevera, yo prefiero no jugármela.
En el caso de esta tarta, preparé de antemano todos los adornos y los mantuve envueltos en film para que no se pusieran duros. Justo esa mañana cubrí la tarta y simplemente fui pegando los adornos.

Espero que os haya gustado, La verdad que yo quedé muy satisfecha, teniendo en cuenta el poco tiempo que tengo, jejeje.

Próximamente, la receta de los Cake Pops...




lunes, 21 de abril de 2014

2º Cumpleaños de mis peques - 1 ª PARTE


Hoy es el cumpleaños de mis peques. 
Hace 2 años de uno de los días más importantes de mi vida, y lo han celebrado en la ludoteca con sus amiguitos.
Esta es la tarta que les preparé.
Para la tarta, no quise arriesgar, así que la hice con un bizcocho genovés de vainilla como el del cumpleaños de mi hermana, calado con almíbar de vainilla y rellena de ganaché de chocolate, que es lo que siempre les gusta a los niños.
Pinchando en los enlaces tenéis todas las recetas.



Y la segunda parte, este sábado, que será cuando lo celebre con toda la familia y amigos en Sevilla, en casa de mi madre.


sábado, 5 de abril de 2014

Espaguetis a la Carbonara tradicionales y su variante española habitual (Dos recetas al precio de una!!)


Estas son dos formas de hacer la pasta que preparo en casa con bastante frecuencia.

Respecto al nombre "A la carbonara", quiero hacer una puntualización, porque creo que, (por lo menos aquí en España) es una denominación que muchas veces se utiliza para llamar a diferentes tipos de pasta que llevan panceta, bacon, cebolla, huevos, incluso champiñones ... y sobre todo nata, pero que poco tienen que ver con la receta original, que es bastante básica.

Aquí quiero poner las dos recetas:
-Por un lado, La tradicional, que básicamente lleva huevos, panceta (no bacon) y queso.
-Por el otro, La "falsa carbonara" (por llamarla de alguna manera), que a mi también me gusta mucho, y a la que yo le añado cebolla y nata.

En esta ocasión he hecho espagueti, pero en general me gusta con cualquier tipo de pasta larga, como los  fettuccini (nidos) por ejemplo.
 
RECETA CARBONARA TRADICIONAL
La hago así hace ya no se cuantos años, y coincide bastante la que me han dado varios amigos italianos y con las que tengo en libros de cocina italiana bastante buenos como son "La cuchara de plata" o "Culinaria Italia".

INGREDIENTES

- Unos 25 o 30 gr. de mantequilla (aquí a veces, me permito la licencia de cambiarlo por aceite de oliva virgen extra)
- 1 diente de ajo
- 100 gr. de panceta cortada en daditos
- 200 gr. de espaguetis
- 2 huevos batidos
- Una pizca de sal
- Una pizca de pimienta negra
- 40 gr. de parmesano recién rallado
- 40 gr. de pecorino recién rallado
           Si no tenemos alguno de estos quesos o ninguno de ellos, rallando un buen queso de oveja curado de los nuestros también le da un toque buenísimo.

ELABORACIÓN
Batimos bien los huevos, añadiendo una pizca de sal y de pimenta negra.
En una sartén, calentamos la mantequilla, (es muy poca cantidad, porque la panceta, de por si, suelta bastante grasa), junto con el diente de ajo muy picadito.
Retiramos el diente del ajo cuando esté y reservamos.
Mientras, vamos cociendo la pasta  en abundante agua con sal (Seguir las instrucciones del paquete, para que nos quede al dente).
Cuando ya esté cocida la pasta, la escurrimos, pero  sin preocuparnos si queda una pizca del agua de la cocción (solo una pizca) y la echamos en la sartén donde está la panceta, removemos bien y retiramos la sartén del fuego (si tenemos vitro, la apagamos simplemente y ese calorcillo que queda nos viene fenomenal).
En ese momento le añadimos los huevos batidos, para que se hagan con el calor que aún tiene la pasta, y la mitad del queso.
Cuando vemos que los huevos se van cocinando un poco (no se trata de que nos queden totalmente cuajados) , añadimos el resto del queso y servimos enseguida.

   *Hay gente a la que le gusta utilizar solo las yemas. En ese caso, queda más amarillita.


RECETA  DE "FALSA CARBONARA" CON NATA
En casa gusta por igual esta que la otra, la verdad.
Queda muy jugosita y con un sabor buenísimo.


INGREDIENTES

- 1 cebolla mediana
-  Unos 100 gr. de panceta o bacon cortada en daditos (Los paquetes que viene el bacon ya cortado me van fenomenal.
- 200 gr. de espaguetis
- 1 huevo

- 200 ml. de nata de cocinar
- Un chorrito de aceite de oliva virgen extra
- Una pizca de sal
- Una pizca de pimienta negra

- Un poquito de mantequilla
- Dos cucharadas de queso parmesano recién rallado (u otro queso curado que nos guste)


ELABORACIÓN

Corto la cebolla en juliana  (es decir, en tiras finas) y la pongo a pochar en la sartén con el aceite de oliva.
Cuando ya está medio pochada, añado la panceta o bacon y dejo que se dore.

Mientras, pongo a cocer la pasta  en abundante agua con sal (Seguir las instrucciones del paquete, para que nos quede al dente).
Cuando ya esté cocida la pasta, la escurro, añado una pizca de mantequilla y remuevo (solo una pizca, lo justo para que no se nos pegue)

Una vez que vemos el bacon doradito, es el momento de echar el huevo.
Lo casco sobre la mezcla de cebolla y bacon, y pasados unos segundos (el tiempo, por ejemplo, de echar la cáscara a la basura), lo rompo con la cuchara y lo mezclo bien.
Me gusta esperar ese tiempo para que se haga un poquito la yema por su lado y la clara por el suyo, pero ya os digo, solo unos instantes.
Justo al momento, añado el brick de nata de cocinar y remuevo bien.
Añado la pizca de sal, y de pimienta, dejo que ligue un poco y espese y retiro del fuego.

Vierto la mitad de la salsa sobre los espaguetis y remuevo bien.

Sirvo en los platos, repartiendo por encima el resto de la salsa, y espolvoreando queso rallado.

Servir inmediatamente.

      *A veces, una vez añadida la nata, le echo otro huevo y mezclo bien con la nata. En este caso no cuaja si no que se va haciendo batido con la nata, y le aporta un sabor especial.

Hasta aquí mis dos recetas.
¡Espero que os gusten!
 




martes, 25 de marzo de 2014

Tarta de Chocolate y Vainilla para un cumpleaños feliz.

No me lo puedo creer, ya he superado las 300.000 visitas!!! Y eso que llevo siglos sin tocar el blog por falta de tiempo. 

Muchas gracias por seguir ahí, por volver de vez en cuando, y por mandarme tantos correos preguntando para cuando una receta nueva.

Pues por fin hoy he encontrado el momento para sentarme frente al ordenador y publicar algo nuevo.
Y de paso darle un pequeño cambio al blog, que ya le iba haciendo falta!!

Vuelvo....con otra tarta, como no.

Y es que este fin de semana pasada ha sido el cumpleaños de mi hermana Charo.
Tras muchos años viviendo en Madrid, de nuevo ha vuelto a tierras sevillanas y por fin hemos podido volver a celebrar su cumpleaños en familia.
Para la ocasión, le dije "De la tarta me encargo yo" sin saber siquiera de donde sacar tiempo con mis dos peques todo el día detrás mía. 
Pero ahí estuvo el padre de las criaturas, fuente inagotable de paciencia, lidiando con las dos fierecillas casi todo el fin de semana para que yo pudiera dedicarme "casi" en cuerpo y alma a la tarta.

Y este fue el resultado:
Como veis, está cubierta de ganaché de chocolate y los bizcochos son de vainilla y chocolate intercalados. 
El relleno también es de dos sabores distintos.
La receta que he utilizado para hacer los bizcochos es la del bizcocho genovés.
He hecho dos distintos, uno de vainilla  y otro de chocolate.
Por otro lado, como relleno principal y cobertura, utilicé la ganaché de chocolate que nunca falla, y unas natillas espesitas que también os pondré ahora (aunque no se por qué, las natillas apenas se aprecian en la foto.
Todos los bizcochos los calé bien con almíbar de vainilla.

INGREDIENTES:

Para el bizcocho genovés de vainilla:
- 4 huevos.
- 120 gr.de azúcar
- 90 gr.de harina
- 30 gr. de maicena (Es opcional para darle mas esponjosidad, pero si no tenéis, queda también bien con los 120 gr. de harina)
- Una pizca de sal
- Esencia de vainilla

Para el bizcocho genovés de chocolate:
- 4 huevos.
- 120 gr.de azúcar
- 80 gr.de harina
- 40 gr. de cacao puro en polvo
- Una pizca de sal

Para el almíbar de vainilla:
- 200 gr.de azúcar
- 200 gr. de agua

Para la ganaché de chocolate:
- 800 gr. de chocolate para postres (mínimo 50 % de cacao)
- 800 gr. de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa)

Para el relleno de natillas:
- 1/2 litro de leche
- 4 yemas de huevo
- 100 gr. de azúcar
- Una cucharada rasa de maicena
- Una ramita de canela
- Una vaina de vainilla.



ELABORACIÓN:  

Os voy a poner la elaboración CON  y SIN Thermomix.

Empezaré por el BIZCOCHO GENOVÉS, que es un tipo de bizcocho muy básico, que es perfecto lo mismo para hacer un brazo de gitano (si lo horneáis como plancha), que para una tarta, o para comerlo simplemente tal cual. 
No lleva levadura y la clave para que sube está en batir muy bien los huevos y el azúcar  hasta conseguir que doblen su volumen y en cambio, al  añadir la harina, debemos mezclarlo todo suavemente para que no se baje la mezcla. 
Está riquísimo y al no llevar mantequilla, es bastante ligero.
CON THERMOMIX:
1.-Precalentamos el horno a 180º arriba y abajo.
2.-Colocamos en el vaso de la Thermomix la mariposa, y añadimos los huevos con el azúcar  y la esencia de      vainilla (si es el de chocolate, no echamos esencia de vainilla) , y programamos 6 minutos, 37º vel.4 
3.-Una vez pasado ese tiempo, programamos otros 6 minutos más, a la misma velocidad, pero sin temperatura.
4.-Por último, tamizamos la harina, le añadimos la pizca de sal  (si es el de chocolate, mezclamos harina + cacao, tamizamos, y añadimos la pizca de sal), y la añadimos al vaso, intentando que caiga alrededor de la mariposa. Cerramos el vaso y programamos 4 segundos, vel.3
5.-Retiramos la mariposa y con una espátula terminamos de mezclar bien la harina con movimientos envolventes.
6.-Cuando ya la harina esté bien integrada, vertemos la mezcla en un molde previamente untado con mantequilla y harina.Yo lo lleno unos 3/4
A mi me gusta darle varios golpecitos suaves al molde sobre la encimera, para que salgan las burbujas de aire.
7.-Lo metemos al horno unos 20  o 25minutos,
Yo suelo poner el molde en la rejilla, justo por debajo de la mitad del horno.
8.-Pasado este tiempo, comprobamos con un palillo, si está bien cocido, y una vez listo, lo sacamos del horno, lo dejamos unos cinco minutos dentro del molde, y pasado ese tiempo, desmoldamos y dejamos que enfríe sobre una rejilla.

SIN  THERMOMIX:
1-Ponemos  al baño maría un bol o un cazo con los huevos y el azúcar, y vamos batiendo (con la varilla de mano o las varillas eléctricas)  hasta que blanqueen y aumenten de volumen.
El fuego no debe estar muy fuerte, para evitar que se nos cuajen los huevos.
2-Quitamos el bol del baño maría y seguimos batiendo unos minutos más.
3-Ya lo último incorporamos la mezcla de harina y maicena tamizada con la pizca de sal (O bien la mezcla de harina y cacao), poco a poco y batiendo con las varillas a una velocidad muy baja hasta que quede incorporada.
4- A partir de aquí, seguir en el punto 6 de la explicación con Thermomix.

Mientras el bizcocho se va enfriando, podemos hacer el almíbar de vainilla.
Para ello, simplemente ponemos el agua con el azúcar en un cazo a calentar, y vamos removiendo hasta que se disuelva el azúcar.
No es necesario que hierva apenas, pues no necesitamos que se nos ponga espeso.
También lo podemos hacer en un bol, durante un par de minutos al microondas y listo.
Por último le añadimos un chorrito de esencia de vainilla y dejamos que se enfríe (A veces acelero el proceso metiéndolo en la nevera).
Cuando ya esté frío, lo podemos echar en un biberón de cocina para que sea más fácil ir echándolo en el bizcocho.

También tenemos que hacer la ganaché de chocolate y dejarla enfriando en la nevera.

CON THERMOMIX:
Echamos la nata en el vaso y programamos 6 minutos, 90º, vel.2
Añadimos el chocolate troceado, y programamos 30 segundos vel.3 para que se funda y mezcle bien.
Dejamos enfriar para que espese. A mi me gusta meterla un rato en el congelador para que coja cuerpo.

SIN  THERMOMIX:
Ponemos a hervir la nata en un cazo y cuando llegue al punto de ebullición,  lo retiramos del fuego y echamos los trocitos de chocolate para que se vayan fundiendo en la nata.
Removemos bien y listo.

Y no podemos olvidarnos de hacer las natillas.

CON THERMOMIX:

En este caso, en lugar de utilizar canela en rama y la vaina de vainilla, usaremos  una pizca de canela en polvo y un chorrito de esencia de vainilla o bien una cucharadita de azúcar vainillado.
Ponemos en el vaso las yemas de huevo, el azúcar, la leche, la pizca de canela y el azúcar vainillado (o esencia de vainilla). Programamos 8 minutos, 90º, vel.4 (en caso de que los ingredientes estén fríos, en lugar de 8 minutos programamos 10 minutos)
Echamos en un cuenco y dejamos que enfríen.

SIN  THERMOMIX:
Para ello, ponemos a hervir la leche con la ramita de canela y la vaina de vainilla.
Dejamos infusionar unos minutos y colamos.
En un bol aparte, mezclamos las yemas con el azúcar  y la maicena.
Añadimos un poco de la leche hervida y disolvemos bien.
Esta mezcla la volvamos sobre la leche que nos quedaba en el cazo y volvemos a hervir hasta que espese.
Echamos en un cuenco y dejamos que se enfríen para poder utilizarlas como relleno.
                                                         
                                                 ***
MONTAJE DE LA TARTA
Una vez tenemos fríos los bizcochos, es el momento de abrirlos, calarlos con el almíbar y rellenarlos.
En este caso cada bizcocho lo corté por la mitad. Si queda algún bollo en la parte superior, se lo quito para dejarlo recto.
Como podéis en la foto, he intercalado una capa de bizcocho de vainilla, otra de chocolate, una de vainilla y acabé con otra de chocolate. Al cambiar entre uno y otro, hay que intentar que no se nos tuerza el conjunto y que quede lo más recto posible
Vamos calando la primera capa con el almíbar de vainilla , intentando no excedernos ni quedarnos cortos.
Encima, extendemos la ganaché de chocolate bien fría.
A continuación colocamos el bizcocho de chocolate de forma que nos quede lo más recto posible, lo calamos con almíbar y le añadimos natillas.
Añadimos el siguiente disco de bizcocho de vainilla, calamos con almíbar y de nuevo relleno de chocolate.
A mi me gusta ponerle una buena capa, pero sin pasarme, para que no empalague demasiado.
Por último colocamos el último disco de bizcocho de chocolate. Antes de ponerlo, lo calamos bien de almíbar por la parte que va a quedar pegada al relleno.

Ahora ya lo que tenemos es que cubrir todo el bizcocho incluidos los laterales con la ganaché de chocolate.
Yo he intentado que los bordes de la tarta me quedaran lo más rectos posible.
Para facilitarme el trabajo me ayudo de una base giratoria de madera (en el Ikea venden una muy baratita), mi espátula de silicona, una escuadra para medir que el borde quede bien recto,  y una paleta alisadora.
Próximamente pondré un paso a paso para conseguir unos bordes rectos perfectos porque la cosa tiene su dificultad. Hay que armarse de paciencia pero con práctica, se consiguen.
Resumiendo mucho el proceso, os diré que hay que extender la ganaché por los laterales (para eso utilizo la espátula de silicona, que , personalmente, me va mejor que la pastelera de codo), girando la base de madera y también por la parte superior.
Comprobamos con una escuadra que va quedando recto y vamos pasando la paleta alisadora para quitar el exceso de ganaché.
Llevamos a la nevera durante quince minutos y luego repetimos el proceso hasta que veamos que nos va quedando recto.
Ya os digo, lleva su tiempo y requiere paciencia, pero el resultado es tan bonito que merece la pena.
Finalmente lo dejamos enfriar en la nevera un rato más.
Ya por último decoro con las guirnaldas de la misma ganaché, que habré echado en una manga pastelera con boquilla pequeña redonda.
Para ello, medí el perímetro de la tarta y dividí el resultado entre 14 para saber la extensión de cada guirnalda. En la parte superior de la tarta hice una pequeña marca con un palillo para que al trazar la onda, supiera donde empezar y donde acabar. En las uniones puse un punto de ganaché, y dos más justo abajo para decorar.
En la unión de la tarta con la bandeja, hice un cordón de ganaché simplemente haciendo puntos uno junto a otro.
La tarta va adornada con unas rosas de fondant (También pondré un paso a paso próximamente), pero vamos, si no queréis complicaros la vida, ya quedaría perfecta sin nada.