FLAN DE LECHE CONDENSADA Y PIÑONES Y LA CRÓNICA DE MIS VACACIONES (PARTE II)

Como en la anterior entrada ponía "Crónica de mis vacaciones, Parte I), hoy voy a continuar contando la parte II.
Y esta parte II va dedicada a dos personas estupendas que tuvimos oportunidad de conocer en Allariz, un pueblo cerquita de Orense.

Mirad si es bonito este pueblo, que ya hace 40 años, fué declarado Conjunto Histórico Artístico, y en 1994 le dieron el Premio Europeo de Urbanismo.

Pero lo importante no es el pueblo, si no con quien quedamos allí.

¿Quien no conoce a Tito?? Si, ese que estais pensando, el del blog de cocina que cada vez que lees una entrada, te partes de risa con él y con sus historias con Coté, su mujer, o sus hijas la Pé o la Sú.

Lo sigo desde hace tiempo, pero no solo yo, si no que mi madre, está enganchada a sus entradas. Pero no porque se lo enseñara yo, que va. Un día me llama y me dice "Tienes que ver un blog que me encanta, de un chico que se llama Tito y claro, me eché a reir y la dije que ya lo conocía.

Pues resulta que nos habíamos mandado ya varios comentario del tipo de "a ver si quedamos cuando vengáis" "a ver si nos tomamos unos pinchos" , y algún que otro correo, así que dicho y hecho.

Íbamos a quedar en Orense, pero finalmente el destino fué Allaríz, y pasamos una tarde fantástica.

Tanto él como Coté son estupendos, dos encantos de persona. La verdad es que íbamos con un poco de incertidumbre de pensar, vaya corte, no? pero desde el minuto uno conectamos fenomenal los 4 y fué un no parar de charlar hasta la hora de irnos.

Tuvieron el detallazo de traernos desde Vigo una tremendísima Torta Imperial de nata.

Era enorme, pero estaba taaaaaaaaaaan buena que cayó al momento.

Estuvimos dando un paseo cerca del río, aprovechando que había un Certamen Internacional de Jardines, y finalmente acabamos cenando por allí.

Realmente, ha sido un encuentro especial, que hemos quedado en repetir cuando volvamos a Verín.




Eso si, chicos, prometemos que la próxima vez, tiramos nosotros para Vigo!!!

En fin, que como anda de Concurso por su primer cumpleblog, y la temática es postres, aquí va mi aportación, casi en el límite del plazo, a ver que le parece.
Evidentemente, hay cuarentamil recetas de flanes, incluidos los de leche condensada, y todas muy parecidas, así que para darle un punto diferente, le he añadido unos piñones.
En las fotos no se ven mucho, pero le daban un toque muy bueno.
El sabor del flan, riquísimo.
La leche condensada le da un punto estupendo, tanto de sabor como de cremosidad.

FLAN DE LECHE CONDENSADA Y PIÑONES CON CÚPULA DE CARAMELO

INGREDIENTES:

3 huevos

Una latita de leche condensada pequeña (375 gr.)

Leche (dos medidas de la lata) Yo he utilizado semidesnatada, por aquello del remordimiento, jejeje

Piñones

Caramelo líquido

Para adornar: Sirope de chocolate y frambuesas

ELABORACIÓN:

Ponemos el horno para que se vaya calentando, a unos 180-200º.

Con la batidora, batimos los huevos hasta que espumen, y entonces, le añadimos la leche condensada.

Seguimos batiendo bien y, utilizando la lata de leche condensada vacía, añadimos dos medidas de leche.

Cuando ya esté todo bien mezclado, añadimos los piñones, y removemos un poco con una espátula.

En el molde que vayamos a utilizar (Yo en este caso usé uno rectangular tipo plum cake) echamos caramelo líquido en la base (Este lo utilicé del que venden hecho).

Vertemos la mezcla del flan y ponemos ese molde en un recipiente más grande, lleno de agua caliente (Vamos, un baño maría de toda la vída).

Lo metemos en el horno y lo dejamos unos 50 minutos, aunque dependerá del molde utilizado. A partir de los 35-40 minutos, mejor ir comprobando con el palillo, hasta ver que está hecho.

Si vemos que se nos dora demasiado pero aún no está cuajado, lo podemos tapar con papel de aluminio por arriba.

Mientras se está haciendo en el horno preparamos el caramelo líquido de la cúpula.
A lo mejor no sale a la primera, pero os aseguro que no es complicado.

Para dar la forma a la cúpula, podemos utilizar un cacillo de servir, o un chisme de estos para hacer bolas de helado. Eso fué lo que utilicé yo. Lo untamos con un poquito de aceite para que luego el caramelo se nos despegue bien.
En una sartén antiadherente, echo un buen puñado de azúcar, y sin parar de remover, lo ponemos a fundir.
Cuando ya esté líquido, lo apartamos del fuego, y seguimos removiendo, para que se vaya atemperando un poco, pues tan caliente no nos sirve para nada.
Cuando ya lo veamos espesito, con la cuchara la levantamos, y cuando veamos que sale el hilo fino, lo vamos dejando caer sobre el cacillo, con movimientos rápidos intentando hacer un enrejado.
Al momento, cuando se seque, simplemente hay que sacarlo con cuidado y listo.

Cuando ya esté cocido el flan, lo sacamos del horno y lo dejamos entibiar.
Despúes, lo metemos al frigorífico.

A la hora de servirlo, desmoldamos, y lo adornamos como más nos guste.
En este caso, puse frambuesas en la parte superior.

Para emplatar, utilicé un poco de sirope de chocolate, alguna frambuesa más y la cúpula de caramelo.