Ya llevamos unos días de normalidad y rutina tras las fiestas.
Ya han empezado de nuevo las clases (y por tanto los madrugones...uff, me he pasado toda la semana cayéndome de sueño)
Pero quisiera echar por un momento la vista atrás para contaros un encuentro que tuve estas navidades con una persona muy especial.
Ya os hablé en mi entrada
Gratinado de morcilla dulce, de Sacer, una chica estupenda, con un blog fantástico que se llama
UVAS & QUESO SABEN A BESO y os comenté que teníamos pensado quedar para conocernos, aprovechando que yo iba a Vitoria a pasar las fiestas.
La verdad es que este mundo de los blogs gastronómicos, me está aportando muchísimas cosas, y una de ellas es ir "conociendo", a base de comentarios "de ida y vuelta" a gente majísima.
Y pongo conociendo entre comillas, porque en la mayoría de los casos suelen quedarse en amistades "virtuales", pero ya puedo decir que a Sacer (o Susana, que ese es su nombre) la conozco personalmente, y espero que este sea el comienzo de una estupenda amistad.

Ya teníamos química por internet, pero el día que nos conocimos parecía como si ya nos hubiéramos visto mil veces, no parábamos de hablar, y se nos pasó el tiempo volando.
Pasamos el día en Logroño, su ciudad, y nos hizo de estupenda cicerone, llevándonos de pinchos por la calle del Laurel, que es una calle muy típica de Logroño.
Para no repetirme con
lo que dice ella en su blog os invito a visitarlo a los que todavía no lo hayáis hecho, ya que detalla perfectamente nuestro encuentro.
No se conformó con dedicarnos el día, si no que también me regaló un libro precioso.
Es de su querida Tessa Quirós, una estupenda escritora de libros de cocina. Pero no es un libro de recetas, aunque también tiene un montón, si no más bien una especie de "cuaderno" para escribir lo que se me ocurra, inspirado en Venecia, con fotografías maravillosas.

Me ha hecho prometerle que lo llenaré de recetas, pero es que es tannnn bonitoooo que me parece un sacrilegio escribir en él, pero tranquila Susana, que lo haré!!!.
Realmente fué una visita para repetir (cosa que espero hagamos varias veces)sobre todo por la persona que conocí , pero también por lo hermosa que es la ciudad.
Nunca habíamos estado en Logroño y nos encantó (a pesar del frío que hacía, jejeje)
Además de pasear, ver algunas tiendas muy chulas de cositas para la cocina, y tomar unos pinchos riquísimos (con razón es tan conocida la Calle del Laurel) , estuvimos tomando un café (acompañado por supuesto de un dulce, faltaría mas, jeje) en la
Pastelería Viena, que nos dejó con la boca abierta, no solo por las especialidades tan exquisitas que tenían, si no por lo espectacular del sitio en si. Un local para no perderos si pensáis visitar Logroño.
En fin, que lo pasamos fenomenal y se nos pasó el día rapidísimo, así que desde aquí, muchísimas gracias, Susana, por un día tan fantástico.
Y ahora vamos con la receta de hoy.
Esta ensalada la preparé el otro día y estaba realmente rica.
Sigo intentando cuidarme, pero no tanto como para tomar una simple ensalada de lechuga para cenar.
¡¡ Lo siento, pero es que no soy capaz!! . Necesito, "algo más" para no morirme de hambre.

Así que le añadí algo de pasta, convirtiendo así un plato muy liviano en algo con un poquito más de "fundamento" como diría cierto cocinero.
Aunque podemos utilizar cualquier tipo de pasta, en el supermercado ya hay muchas variedades que casan fenomenal con una ensalada o a veces que incluso se hacen específicamente para ese fin: Lacitos, tulipanes, etc...
En este caso yo utilicé "Farfalle" que en italiano significa "mariposas" y que aquí en España le solemos llamar lacitos de colores.
Le ha añadido también unas estrellitas de las que se suelen utilizar para la sopa.
No os asustéis por que lleve un poco de "salsa de yogurt". Si no abusamos, no engorda mucho, y le da un sabor taaannnn ricooooo...
INGREDIENTES:
Lacitos de pasta
Estrellitas
Taquitos de queso
Queso fresco
Salmón ahumado cortado en taquitos
Eneldo y albahaca
Salsa de yogurt
PREPARACIÓN:
*Lo primero de todo, cocer la pasta en agua abundante, con un buen chorreón de aceite y un puñado de sal, el tiempo indicado en el envase.
Una vez cocida, la escurro con un colador grande, echándole agua del grifo para que se corte la cocción.
Yo no suelo echar agua fría a la pasta por un consejo que me dió mi amiga italiana Valentina, que dice que así no se le pierde el gluten que tiene y las salsas se adhieren más.
Pero en este caso, como la queremos enfriar para hacer la ensalada, es mejor echarle ese agua y así nos aseguramos de que se corta la cocción y no se nos pasa ni se nos pone pastosa.
La guardamos en un tuper y a la nevera.

*Por otra parte, preparamos unos taquitos de queso (Yo utilicé queso feta, pero utilizad cualquiera que os guste),
*Cogemos también un par de tarrinas pequeñas de queso fresco tipo burgos, lo cortamos en rodajitas de 1 cm de grosor y luego en cuartos.
*Además, un paquetito de salmón ahumado. Si es de los que vienen cortados en tiritas ya está, si es de los que vienen en lonchas, pues lo cortáis en cuadraditos o tiras pequeñas.
*Cuando ya esté fresquita la pasta, la sacamos de la nevera y la echamos en un bol.
*Le añadimos el salmón y los dos tipos de queso.
*Mezclamos bien la pasta con estos ingredientes.
*El aceitito que viene en el envase de salmón ahumado se lo echamos por encima pues tiene mucho saborcito al salmón.
*Añadimos un puñado de eneldo y otro de albahaca. Yo no los tenía frescos, así que utilicé mis botes de especias, pero si los tenéis frescos, mejor que mejor.
*Removemos de nuevo bien.
*Rectificamos de sal si hiciera falta.
*Por último, le echamos la salsa de yogurt en plan "adornando el plato".
Yo la salsa de yogurt que utilizo es la que venden en el Mercadona de marca "Hacendado".
Me parece que está riquísima y que no tiene nada que envidiarle a otras mascas conocidas, y la diferencia
de precio es enorme.