
Hasta ahora no he podido ponerlo, por falta total de tiempo pero ya no quería retrasarlo más.
Era un viaje planeado desde hacía meses, con motivo de la fiesta de 40 cumpleaños sorpresa de Cesar, el mejor amigo de Jose.
Desde Noviembre, por lo menos, llevaba planeándolo Julia, su novia.
Tiene mérito, consiguió reunir a todos sus amigos de diferentes puntos de España, sin que él ni siquiera se imaginara nada de nada.
Ya le hemos comentado que si alguna vez decide dejar su trabajo, tiene mucho futuro como organizadora de eventos.
Esa tarde aprovechamos para quedar con mi primo Miguel Angel (El hermano de mi prima Raquel, de la que ya os he hablado en alguna ocasión), su mujer y su preciosa hija Erín.
Ya por la noche, volvimos al hotel a arreglarnos para la fiesta.
Cuando llegamos al piso, nos quedamos alucinados.
Las fotos no hacen justicia a lo que había montado allí.
Mirad lo que tenía preparado Julia:

Es tan detallista, que hasta había comprado zapatillas para todos y les había puesto 40 como recuerdo).
Y a las niñas, unos juegos de toallas con sus nombres.
Por supuesto, las conquistó!!!
En serio, yo pensaba que era una buena "organizanta", pero esta mujer me ha superado con creces.
En cuestión de comida, como buena gallega que es, había preparado viandas para un regimiento
Había de todo: Croquetas de diferentes tipos (aunque las de boletus triunfaron por goleada) tortillas de patata que había preparado la madre de Julia, ibéricos para parar un tren, brochetas de frutas...

Cuando Cesar llegó al piso donde íbamos a hacer la fiesta, pensaba que iba a entregarle un CD a un compañero de trabajo de su amigo Jose Luis (que fué el que hizo de cebo y lo estuvo entreteniendo toda la tarde).
Al entrar en el salón, y encender nosotros la luz y gritar ¡¡¡ SORPRESA !!! por poco le da un patatús.
No tenía ni idea de que pasaba, empezó a ver nuestras caras y no le casaba que estuviéramos allí, y menos juntos (algunos no nos conocíamos entre nosotros).
Después de algunas lagrimitas y muchas carcajadas, reaccionó y la verdad es que la noche estuvo fantástica.

La que tiene el escudo del Sevilla, vino en avión directamente de allí, que tiene tela...
Y es que el amigo Cesar es un sevillista de los de verdad.
Yo había oido hablar mucho de estos amigos de Cesar, pero nunca habíamos coincidido, y decir que me cayeron fenomenal es decir poco.
La familia de Julia ( los padres,el hermano con su novia, sus abuelos) también estaban allí y gracias a eso tuvimos la oportunidad de conocerlos.
Cesar, menuda Familia "postiza" más buena has ido a encontrar, majo...

En estas fotos están juntos Jose, César y Jose Luis.
Los tres son amigos desde hace muchísimo tiempo, aunque Jose llevaba sin ver a Jose Luis ya 10 años, así que la alegría fué tremenda.
Al día siguiente, vueltecita por Barcelona.
Solo puse una exigencia en ese viaje: Ir al mercado de la Boquería.
Ya había estado hace años, pero tenía ganas de volver a verlo, sacarle muchas fotos y colgarlas aquí.
Viendo estas cosas tan ricas ¿no os dan ganas de comprarlo todo???
Estuvimos tomando unos creps en el puesto de Pablito, llamado CREPS BARCELONA
Os recomiendo que si pasáis por la Boquería, os paréis allí, los creps estaban deliciosos y Pablito es encantador.
También nos tomamos un zumito de esos raros que venden allí: El mío de mango y papaya, el de Julia de fresa y coco. Buenísimos!!!
¿Que se puede decir de Barcelona que no se haya dicho ya? Yo creo que nada.
Es dificil describir una ciudad tan bonita.
Nos tiramos un buen rato esperando cola para entrar. Yo, que nunca he sido de colas, no entendía por qué no íbamos a otro lado, pero la verdad es que mereció la pena la espera.
El sitio muy bonito, el servicio estupendo y rápido, buen precio y los platos, realmente deliciosos.Ya de allí nos fuimos un rato a descansar, porque por la tarde Jose y yo íbamos de por libre.
Y es que mi querido marido, un vitoriano del Bierzo, es mas culé que el propio Guardiola, así que como regalo de San José, compré un par de entradas para el partido del BarÇa contra el Getafe.

Yo nunca había estado en un estadio de futbol (bueno, hace dos años estuve en el Nou Camp pero solo de visita, y sin gente y con el cesped quitado, no es lo mismo, la verdad) y me quedé impresionada.
Es algo increible ver a tanta gente gritando gooooooool, diciendo uyyyyyyyy, o haciendo la ola.
De ahí para casa, que yo no me encontraba demasiado bien.
Ya el domingo, seguía pachucha, y tampoco hicimos nada especial y al mediodía, pillamos el Ave de vuelta para Sevilla.
En fin, que un abrazo para todos los que estuvieron allí, espero que nos volvamos a ver pronto, y respecto a los que no conocía, deciros que ha sido un placer.
Y ahora voy con la receta de las croquetas de puchero de mi madre.
Ya me gustaría a mi tener la de las croquetas de boletus que hicimos en la fiesta,
pero estas también están muy ricas.
INGREDIENTES:
Carne de ave (pollo, pavo, gallina)
1 cebolla
Caldo de ave casero
Leche
Harina
Pan rallado
Sal
Pimienta
Aceite
ELABORACIÓN:
Esta receta se suele hacer en casa aprovechando que se hace caldo de puchero.
Aún no he puesto la receta que hacemos en mi casa del caldo, pero básicamente es la cocción de diferentes piezas de carne de ave (muslos, contramuslos,alas... ya sea de pollo, pavo o gallina) con algúnos trozos de hueso salado, costilla salada y tocino salado (en Árahal le llaman rancio, y cuando vamos a la carnicería a decir que queremos hacer caldo, nos lo dan todo junto).
Bueno, pues en casa le solemos echar abundante carne para que, además del propio puchero, nos dé para hacer croquetas.
Esa carne ya cocina la picamos bien con unas tijeras, que quede muy pequeñita.
Cortamos la cebolla también muy menudita, y la pochamos en una sartén, a fuego muy flojo, para que no coja color.
Una vez pochada, añado la carne y lo refrío todo bien.
Vamos añadiendo poco a poco la harina para que se tueste (aunque no demasiado, no vaya a coger sabor).
No pongo cantidades porque dependerá de la carne que tengáis, y es algo que se va viendo a ojo, pero más o menos suelo echarle 3 o 4 cucharadas.
Poco a poco, según lo vaya absorviendo, vamos echando también leche y caldo de ese mismo puchero, suficiente para hacer la masa.
Añadimos un poco de sal y de pimienta y dejamos enfriar esa masa.
Cuanto más fría, mejor se harán luego las croquetas, así que no hay que tener prisa.
Una vez que se ha enfriado, les damos forma, las pasamos por harina, huevo y pan rallado y las freimos.
Y ya están.

En la foto, mamá haciéndonos las croquetas.