No me lo puedo creer, por fin voy a poder tener tiempo para mi, para el blog, para ver la tele, hablar con los amigos.... y por supuesto, para visitar vuestras cocinas, que tan abandonaditas las tengo.
Ahora ya solo queda esperar las notas, aunque, en general, estoy muy contenta de como me ha ido el curso, la verdad.
Y si digo que no he tenido tiempo, es que no he tenido naaaaaada de tiempo, así que estas semanas hemos estado tirando de tupers la mayor parte de los casos, o ha cocinado Jose en alguna ocasión.
Y hoy precisamente voy a poner la receta que hizo el sábado pasado para comer.
Él cocina de vez en cuando, normalmente se maneja entre tres o cuatro cosas, como la tarta-flan de queso cuya receta ya he puesto en el blog, el pescado en papillote o algunas recetas de pasta, pero esta vez ha sido algo nuevo.
Miré la nevera, y en función de lo que había, busqué dos recetas entre las que tengo en mis favoritos, de todos los blogs que visito.
Se las dí, y le dije que escogiera una y la hiciera sin decirme cual, así que cuando tuvo todo listo, me llamó y esto fué lo que me encontré:

Ha sido la primera vez que le planteo esta especie de "reto", pero desde luego, he quedado tan encantada de ir a "mesa puesta", que no va a ser la última.
Tengo que deciros que tanto la elaboración, como el emplatado ha sido totalmente obra suya.
Yo aquí solo he participado haciendo la foto y comiéndomelo.
El emplatado me ha sorprendido mucho, la verdad.
Creo que le ha quedado realmente bonito y apetecible, aunque yo no soy objetiva, así que a ver que os parece a vosotros.
De sabor, exquisito.
La receta (aunque con algunas modificaciones adaptándome a lo que había en la nevera) es de un blog estupendo que sigo desde hace mucho tiempo, ENTRE OLLAS ANDA EL FUEGO.
No solo tienen recetas propias estupendas, si no que se están dedicando a traducir las de nuestra querida Julia Child, cosa que les agradezco enormemente, ya que el libro" Mastering the Art of French Cooking" no ha sido editado en español.
Os pondré la receta tal cual la ha hecho Jose.
El principal cambio respecto a la receta original, ha sido el tipo de pescado y el tipo de vino utilizado.
INGREDIENTES:
- Dos buenos filetes de merluza
- 1/2 tarro de pimientos del piquillo (en peso, unos 200 gr.)
- 1/2 cebolla mediana
- 1 vasito pequeño de vino amontillado jerez seco
- 1 cucharada de harina
- 2 dientes de ajo
- aceite de oliva
- aceite de perejil
ELABORACIÓN:

Primero vamos a hacar la salsa de pimientos:
Cortamos la cebolla en brunoise (trocitos pequeños) y la pochamos en una sartén.
Cuando la cebolla esté bien pochadita, añadimos la cucharada de harina, removiendo un par de veces con una cuchara para que no se queme, y añadimos al momento el vino. Ese mismo vasito lo llenamos con agua, y también se la añadimos.
Dejamos cocer a fuego lento 15 minutos más o menos.
Una vez pasado este tiempo, echamos todo en el vaso de la batidora, lo trituramos bien y reservamos.
Me ha sorprendido que la salsa de piquillos le haya quedado tan roja, a mi me suele quedar naranja porque siempre le añado nata, y así me parece que queda estupenda ¿No os parece salsa de tomate?.
Ahora vamos con el pescado:
En una sartén honda echamos aceite suficiente para que cubra la merluza y lo ponemos a fuego medio.
Importante no pasarnos con la temperatura del aceite.

Bajamos el fuego y esperamos a que el aceite se enfríe.
Con esto, conseguiremos confitar, pues si no, el pescado más bien se nos freiría, y la idea es que quede bien confitado, no frito.
Cuando ya vemos que no está tan caliente, echamos el pescado y dejamos que se haga a fuego muy lento.
Más o menos, el pescado tardará en hacerse unos 12 minutos.
Mientras tanto, hacemos el aceite de perejilo, y para ello, simplemente hay que echar un poco de aceite de oliva crudo en el vaso de la batidora con unas cuantas hojitas de perejil, para que se ponga verde.
También se le puede añadir un diente de ajo , pero así tal cual, está bien.
Una vez lista la merluza, la sacamos sobre papel de cocina para que escurra bien el exceso de aceite.
La guarnición, son unas patatas cortadas a dados grandes y hechas al horno con un poquito de aceite y sal.
Para emplatar, calentamos la salsa de pimientos, rectificando de sal si hiciera falta, y ponemos un poco en el fondo del plato, y sobre ella, los trozos de merluza.
Echamos por encima los ajitos dorados y un poco del aceite de perejil.
Y listo.
Por cierto, aprovecho para hablaros de un sorteo que termina hoy.
Como no he puesto entrada desde hace un par de semanas, no lo había comentado, así que os animo a apuntaros, que aún estais a tiempo.
Se trata del blog de Tito, ¿Quien no lo conoce?
Os animo a participar!!!
