GALLETAS DECORADAS PARA EMILIO: PECES

Estas galletas las preparé para mi sobrino Emilio.
Me encanta cuando le pide a mi hermana "las galletas de la tita".
En esta ocasión, cambié algunos detalles de mi receta habitual, y como el resultado me gustó mucho, quiero presentarme al concurso que organiza Maleka, del blog  LA LUNA EN DULCE

Las he hecho en dos sabores, simplemente a una parte de la masa le añadí cacao en polvo y así las convertí en galletas de chocolate.

INGREDIENTES:

Para la masa de las galletas:
250 gr. de mantequilla
80 gr. de azúcar glas
300 gr. de harina
75 gr. de maicena
1 huevo
1 cucharadita de esencia de vainilla

Para el fondant:

50 ml agua
Un chorrito de esencia de vainilla
5 gr gelatina en polvo
500 azúcar glas

Para la glasa:
Aproximadamente unos 200 gr. de azúcar glas industrial por cada clara de huevo.
Cremor tártaro o unas gotitas de zumo de limón.
Esencia de vainilla u otra que nos guste (y que case con el aroma que le hayamos puesto a las galletas)
Colorantes alimenticios

ELABORACIÓN:

Primero hacemos la masa, y mientras va reposando, podemos preparar la glasa y el fondant.

Mezclamos la mantequilla a punto de pomada con el azúcar y el huevo.
Podemos hacerlo manualmente, o bien con la Thermomix, o una batidora de varillas ( pero con el accesorio de amasado en lugar de las varillas)

Añadimos la harina tamizada poco a poco para que la masa la vaya absorbiendo y amasamos bien.

Como las vamos a  hacer de dos sabores, en este momento separamos una parte de la masa y le añadimos el cacao en polvo, amasando bien para que se mezcle.

Lo dejamos reposar la masa un buen rato en la nevera (aproximadamente 45 minutos)

Pasado ese tiempo, la amasamos un poquito  y la estiramos con el rodillo, procurando que nos quede igual de gordita por todos lados, para que las galletas salgan uniformes.

El grosor que tienes que quedar es más o menos medio centímetro.

Las corto con los cortapastas y las meto en el horno precalentado a 175º durante unos 10-12 minutos (Dependerá del tamaño que le déis a las galletas, puede que incluso necesite algún minutillo más)

Una vez listas, las sacamos del horno con cuidadito, porque en ese momento están bastante blandas y se nos rompen con mucha facilidad.

Las dejamos enfriando en una rejilla.

Para preparar el fondant, hay muchas recetas en la web, desde el fondant de nubes, a otras que llevan un montón de productos químicos que yo normalmente no suelo tener.
Yo la verdad es que, como ya he dicho en alguna ocasión,  lo suelo comprar, para ahorrarme trabajo y porque el de la marca BALLINA está riquísimo.
Pero bueno, si queréis hacerlo en casa, aquí tenéis la receta.

Diluimos la gelatina en el agua un poco calentita.
Añadimos la esencia de vainilla en este momento.
Una vez disuelta, añadimos poco a poco el azúcar.
Amasamos bien, hasta que se nos quede una masa bien uniforme.
Si se nos pega mucho a las manos, nos las podemos untar con un poquito de mantequilla (como si nos estuviéramos poniendo crema de manos).
Preparamos los diferentes colores que queramos poner, y hacemos distintas bolitas de masa.

Es conveniente dejarlo reposar un buen rato ante de utilizarlo, así que por eso es lo primero que haremos después de la masa. Para ello, cogeremos las bolas de fondant que hemos formado y las envolvemos bien en papel film. Importante que no le entre aire.

Para elaborar la glasa, cogemos un par de claras de la botellita de claras pasteurizadas y las echamos en un bol.

Le añadimos 1/2 cucharadita rasa de cremor tártaro o si no tenemos, unas gotitas de zumo de limón.

No es imprescindible pero mejora la textura de la glasa.

Batimos un poquito las claras hasta que espumen y se disuelva el cremor tártaro. No se trata de montarlas a punto de nieve, sino simplemente aumentar un poco el volumen.

En este punto,  empezamos a añadir una parte del azúcar glas.
La cantidad de azúcar que le correspondería es unos 400 gr. más o menos.
El azucar glas  que suelo utilizar para hacer glasa, es el industrial, pues por mucho que en casa intentemos pulverizarlo, ni siquiera con la Thermomix sale bien.
Como para estas galletas, la cantidad de glasa que vamos a utilizar es mínima, no os comáis la cabeza y utilizad la que os resulte más facil de conseguir.

Lo que nunca debéis dejar de hacer es tamizarla.

Añadimos aproximadamente 1/3 del azúcar glas tamizada y empezamos a batir con la batidora de varillas.

Seguimos batiendo y vamos echando más azúcar glass poco a poco tamizándola.
Continuamos batiendo unos minutos mas hasta que consigamos una consistencia cremosa y densa.
Si lo dejamos caer de la varilla, fluye.

Añadimos las gotitas de esencia de vainilla (mejor si es transparente para que no cambie el color blanco de la glasa).Aproximadamente una cucharadita.

Seguimos batiendo y añadiendo azúcar glass. La glasa será ya totalmente blanca y la consistencia bastante firme, como de pasta de dientes.
Como solo vamos a utilizar glasa para el delineado, cuando tengamos esta consistencia ya estará lista.
El siguiente paso es ver qué colores vamos a necesitar.

Para mis peces, yo he utilizado solo blanco y negro, así que simplemente preparamos dos cuencos, y a uno de ellos le añadimos tinte negro con un palillo, mezclando bien, hasta llegar al color deseado.

Tapamos esos cuencos con film de plástico y los dejamos reposando mas o menos media hora, para que las burbujitas de aire suban a la superficie, y las podamos quitar con una espátula.


Hacemos un par de cucuruchos pequeños con papel de horno.
Hasta ahora, utilizaba jeringuillas, o biberones, o mangas pasteleras pequeñitas, pero desde que probé lo de los cucuruchos, tengo que admitir que no hay comparación.
¡¡¡ Es muchísimo más sencillo !!!
El control sobre el cucurucho es muy fácil, y así evitamos que nos caiga donde no queremos.
Este truco me lo enseñó Mili

Pues bien, ya lo tenemos todo preparado, vamos a decorar:
Estiramos el fondant.
Un recurso para que no se nos parta (es fondant casero y no tiene tanta elasticidad como el que comprarmos, o el fondant de nubes) es poner la bola sobre papel de horno o papel film y cubrirla con otro trozo de papel de horno o film.
Entonces, pasamos el rodillo.
Para darle la vuelta, no tenemos nada más que coger el papel y voltearlo, en lugar de tener que tirar de la masa y despegarla de la encimera.
Una vez estirado, cortamos las formas con el mismo cortapastas con el que hemos hecho las galletas.

Para pegar el fondat a la galleta, utilizo simplemente una brochita mojada en un almíbar ligero (50 ml. de agua + 50 ml de azúcar, lo dejamos que hierva y retiramos del fuego. Lo dejamos templar).

Una vez pegado el fondant en las galletas, vamos a marcar las escamas.

Muy facil: Con algo que haga ángulo (yo utilizo el pico de mi cortapastas de patito) marcamos las escamas, y con un cuchillito, marcamos la aleta y las marcas de la cola.
Si llevan una aleta en el centro, como es el caso de los pececitos verdes o azúles, pues cortáis un pequeño trocito de fondant de un color que contraste, lo moldeáis un poquito y lo pegáis con el almíbar.
Tambien hay que hacer marcas en esta aleta.

Ya hemos terminado con el fondant, así que ahora vamos con la glasa.

Es importante no llegar a tocar la galleta si no mantenernos a una distancia de  1 o 2 cm.

Les ponemos los ojitos, la boquita, los adornos blanco y negro que lleva el pez naranja... Eso ya a vuestro gusto.

Las dejamos secar en la rejilla un rato que se vayan secando (yo meto la rejilla dentro del horno frío para que no estén tan en contacto con el aire.
No me gusta tenerlas demasiado tiempo al aire, así que en cuanto puedo, las voy metiendo en cajas de lata, sin tocarse entre si para que no se estropeen (Tengo unas cuantas cajas).
Una vez secas, ya se pueden poner unas sobre otras en la misma lata.
Para ello, tengo cortadas unas cuantas hojas de papel de horno con la medida de la lata, y así  voy separando las capas de galletas.

En la caja de lata, se conservan muy bien. (Bueno, si es que duran, claro!!!)