Pues si, hoy hace justo 1 año que publiqué mi primera entrada.
Que pronto pasa el tiempo, y cuantas cosas me han ocurrido este año...
Empecé el blog para tener por fin ordenadas mis recetas, para que estuvieran en un sitio donde quizá algún día mis nietos las pudieran ver y hacer tal o cual receta de su abuela, (jejeje, un propósito de lo más ambicioso, teniendo en cuenta que todavía no tengo hijos) y en cambio, sin darme cuenta entré en un mundo estupendo, de gente que sin conocerte se pasa todos los días a hacerte una visita, a preguntarte que tal andas o a decirte "me gusta esto, mándame uno".
Entré en un mundo, en el que cuando no sabes que hacer de comer, de repente te encuentras que en "mis recetas favoritas" tienes 2.000 formas diferentes de preparar un solomillo, así que sigues sin saber qué hacer para comer, porque es imposible decidirte por una, pero ¿y lo que has aprendido?????
Un mundo en el que si te pasa algo malo, tienes a tropecientos detrás para intentar levantarte una sonrisa, como hemos podido ver hace pocos días con un compañero muy querido.
Un mundo en el que si tardas más de lo habitual en poner una receta, recibes varios e-mails de gente que ni siquiera sabe cual es tu nombre real pero que se interesan esperando que no te pase nada y diciendote que echan de menos tus platos.
Un mundo en el que si comentas que rica esta receta, no se donde pillar ese ingrediente, aquí no lo venden, te puedes encontrar con que la autora de la receta te suelta un "dame tu dirección que te mando uno".
Un mundo en el que probablemente nunca nos conozcamos la mayoría, pero ¿y que??? ¿Hace falta? ¿Es necesario????

Un mundo en el que también acabas conociendo a algunos, como a
Sacer, que en uno de mis viajes a Vitoria, pude pasarme por su querido Logroño y quedamos, o sabes que conocerás, como a
Wada, mi querida amiga invisible del AIG de Bea, que cuando vaya por Santa Pola, le caerá una visita.
A
Susana, que a ver si coincidimos cuando vaya a Arahal, o a
Tito, que este verano si subo a Galicia, intentaremos quedar...
o algun@s más que desde el principio sabes que tienes mucha química y
SI quieres conocer.
Un mundo en el que, de momento, solo me he topado con gente muy sana, encantadora, con ganas de echar una mano si le dices que no sabes donde encontrar tal ingrediente, o como se monta esta tarta.
¿Que hay gente chunga en internet??? Pues si, por supuesto, con 38 años no me he caido de un guindo para no saber eso, pero me da a mi, que no se pasan mucho por los blogs de cocina, verdad???
En definitiva, lo que este año me ha aportado el blog es tanto, que cuando alguien me pregunta ¿pero como es que te tiras tantas horas, si no ganas ni un duro? no puedo evitar echarme a reir, porque hay cosas en la vida, que no se miden con dinero.
Casi 50.000 visitas, casi 400 seguidores, más de 500 suscriptores por e-mail... ufff, cuando veía esas cifras en otros blogs, me parecían imposibles, en realidad, ni me las planteaba, y en realidad, las cifras no importan, pero son la muestra de que os interesa lo que hago y eso si que me importa.
Me resulta increible cuando alguna vez, hablando con alguien, no se, en algún curso de pastelería al que he ido, comento lo del blog, y resulta que ¡¡¡Lo conocen!!!!, o ¡¡¡ les suena!!!, y me dicen ¿Pero tu eres la Pandora esa?????? Y yo pienso, pero ¿Como es posible que conozcan mi blog?????
Y es realmente gratificante cuando alguien me escribe en un comentario o un e-mail que hizo tal o cual receta, y que en su casa gustó.
Así que gracias a los que en algún momento de este año, os habéis pasado por mi cocina, y un montón de gracias más, a los que volvéis una y otra vez, hagáis o no comentarios, seáis seguidores "oficiales" o no, estéis suscritos o no, porque es estupendo saber que estáis ahí y que os interesa lo que hago.
Gracias también a todos los blogs que visito, porque con vuestras recetas, vuestros truquillos, vuestros consejos, estoy aprendiendo un montón de cosas.
Aunque muchas veces no tengo tiempo de comentar, como os pasa a muchos, os sigo y tomo nota.
Bueno, yo, y mi madre!!!! , que desde que tengo el blog, se ha enganchado a los blogs de cocina y de labores, y cuando se le fastidia el ordenador, nos está llamando para que vayamos a arregárselo, porque ya, se aburre sin su internet.
Y bueno, ahora ya, voy con la receta.
No es una tarta de cumpleaños, que estamos entre semana, y me he propuesto firmemente no comer dulces de lunes a viernes, jejeje
Esta es de esas recetas que haces pillando lo que hay por la nevera, y nos ha gustado tantísimo que directamente se ha venido para el blog.
La calabaza es un ingrediente que me encanta, tanto en dulce como en salado.
Los bizcochos de calabaza tienen un color maravilloso y un sabor y una textura estupendos.
Para recetas saladas, como guarnición o relleno de algo, me parece estupenda, pues me casa muy bien tanto con pescados como con carnes, y allá donde la pones, aporta además de un rico sabor, un precioso color que me resulta muy apetecible.
En este caso la utilicé como relleno para una lasaña.
Tenía ganas de este plato y no sabía con qué hacerla, así que en cuanto vi un trozo de calabaza que me miraba desde un rincón del cajón de las verduras, le dije "ven pa'ca".
Y este es el resultado.
INGREDIENTES:
Pasta para lasaña (Yo de un tiempo a esta parte, siempre que puedo la hago fresca, pero por supuesto, sirve cualquiera ya seca de la marca que os guste, tanto si es de la precocida, como de la normal)
1 cebolla pequeña
1/2 pimiento rojo de asar
1/2 berenjena mediana
Un buen trozo de calabaza
Para la Bechamel:
Mantequilla
Harina
Leche
Tomate frito ( 4 o 5 cucharadas) o bien un par de cucharadas de concentrado de tomate
ELABORACIÓN:
Cortamos la cebolla en brunoise (pedacitos pequeñitos) y la pochamos en una sartén, con un poco de aceite de oliva.
Añado el pimiento en cuadraditos medianos, luego la berenjena en dados y por último la calabaza en dados.
Mejor de un tamaño medianito, como veis en las fotos, que se vean y se noten bien al comerlos.
No dejar pochar demasiado, para que las verduras queden en su punto, casi crujientes.
Sazonamos a nuestro gusto y apartamos.
Por otro lado, hacemos la bechamel:
Ponemos un trozo de mantequilla (unos 30/40 gr.) en un cazo, y la dejamos que funda.
Lo mejor es ponerla cortada en varios dados, pues fundirá toda por igual y evitaremos que se queme.
Cuando ya esté derretida añadimos poco a poco unas tres cucharadas de harina, la rehogamos para que no sepa a crudo (pero sin que se nos tueste demasiado) y le añadimos también poco a poco aproxímadamente ½ litro de leche caliente, un poco de sal y nuez moscada (Yo le pongo muy poca nuez moscada porque no me gusta demasiado, ahí al gusto de cada uno)
Le vamos dando vueltas hasta que espese y si hace falta se añade mas leche.
Importante como sabréis la mayoría, nunca JAMÁS hay que dejar de remover la bechamel cuando la estamos haciendo, para que no se nos pegue o haga grumos: fuego bajo y removiendo sin parar.
Yo utilizo siempre una varilla para hacer bechamel y la verdad, no me suelen salir grumos.
Vuelco una pequeña parte de la bechamel en un bol, y el resto, lo dejo en el cazo, pues voy a hacer la bechamel Aurora, que no es mal que una salsa bechamel a la que se ha añadido un poco de salsa de tomate. También se puede hacer con salsa velouté (La bechamel hecha con caldo en lugar de con leche).
Para preparar la BECHAMEL AURORA, añado el tomate frito ese mismo cazo y mezclo con la bechamel que había dejado en él.
También puedo utilizar concentrado de tomate en lugar de tomate frito.
MONTAJE DE LA LASAÑA:
Cojo una fuente que se pueda meter al horno, y pongo un poco de bechamel en el fondo.
A continuación, cubro ese fondo con placas de lasaña
Añado algunas cucharadas de salsa aurora y encima pongo el relleno de calabaza, berenjena y pimientos.
Cubro con placas de lasaña
De nuevo, salsa aurora y encima, más relleno de verduras.
Aquí aproveché que tenía el Queso Cocina President Emmental, y le eché un buen chorreón (ando un poco enganchailla) , pero si no queremos que nos engorde tanto, sin él también estará buena.
Otra vez placas de lasaña.
Echamos la última capa de salsa aurora y encima el relleno de verduras que nos queda.
Para finalizar, tapamos con placas de lasaña y cubrimos con bechamel normal, y queso rallado.
La metemos al horno para que se nos gratine y listo.
Riquísima!!!